Entrevista con Camila Moreno: la revolución cyborg

Entrevista con Camila Moreno: la revolución cyborg

Camila Moreno es una de las artistas que, a través de su visión musical y discurso político, ha revolucionado la escena alternativa chilena, posicionándose como un referente de la conciencia social de dicho país con sus reflexiones visionarias impresas en sus producciones creativas. 

Como parte de la primera generación de la ola contemporánea de proyectos musicales que surgieron en Chile a inicios de siglo y al igual que otros exponentes como Javiera Mena, Gepe y Francisca Valenzuela, refiere a su país como un semillero vanguardista de revoluciones que emergen de la ciudadanía,naturalmente contestataria, y contrastan con los opresores. 

La constante represión social alimenta un devenir histórico que ha catalizado expresiones musicales futuristas que emergen únicamente de los territorios colindantes con la cordillera y que pueden evidenciarse a través del catálogo musical de Camila Moreno.

Cuatro álbumes de estudio entre los que se encuentran “Almismotiempo” (2009) y “Mala Madre” (2015), una nominación al Grammy Latino y tres Premios Pulsar son algunos de los vestigios de la distinguida perspectiva artística plagada de empoderamiento femenino y experimentación que posee la cantautora. 

Desde 2020, en medio de la pandemia, Camila Moreno regresó con una nueva faceta de su proyecto  a través de la cual proyecta un universo distópico en el que coexiste una ficción post-apocalíptica sobre las hibridaciones entre humanos y máquinas y las relaciones afectivas que trascienden las concepciones rígidas del género. “X y M” cuenta la historia del vínculo amoroso entre una mujer cyborg y una mutante mapuche, quienes se enfrentan a las circunstancias del siglo XXIII.

Los primeros adelantos de este relato ya han sido revelados a través de la serie animada publicada en YouTube y los videos musicales de sencillos como “Cerca” y el recientemente lanzado “Hice a mi amor llorar”, motivo por el que platicamos con Camila Moreno sobre su posición socio-política,  las ideologías que han inspirado sus nuevas producciones y acerca de los referentes artísticos que han impactado en su trayectoria. 

Camila Moreno, la humana después del género

Cuéntame sobre “Hice a mi amor llorar”, el nuevo sencillo de tu próximo álbum

Es una balada de desamor. Cumple un poco el rol de ser la balada triste del disco. Si miro un poco atrás, en cada álbum hay una balada romántica y una balada de desamor. Esta cumple ese rol sin haberlo pensado mucho. Encuentro esto muy curioso, como si fuera una tradición. Es una canción que puede ser esperanzadora y nostálgica, también mira el dolor del otro, no sólo el propio. 

La letra mira hacia afuera y ve el mundo, el dolor y lo que está pasando desde la intimidad del dolor. Por ejemplo, en una parte dice “sé que afuera es invierno y el mundo arde’’.

Pero también has mencionado que no sólo se reduce al sentimentalismo. La canción termina de articular un discurso que has construido con tus lanzamientos más recientes relacionado con el feminismo cyborg y el post-género. 

El disco que estrenará en junio cuenta una historia de amor entre dos mujeres: una de ellas es cyborg y otra mutante de origen mapuche. El relato ocurre en el siglo XXIII y es una distopía criolla; es una historia de amor, de erotismo, de revolución que tiene claramente un pie en el manifiesto cyborg y también en la ciencia ficción y como se cruzan ambos temas.   

También me interesa abordar el post género, las fronteras elásticas que hay entre el humano, el animal. la máquina y las posibilidades infinitas del ser. En estos momentos podemos ver luces de este cambio de paradigma tremendo sobre entender que los géneros son construcciones culturales y que quizás en algún momento vamos a llegar a existir en una sociedad que no se base en eso. El cyborg no tiene que dar explicaciones, simplemente es cyborg y es lo que me gusta.  

En estos momentos quizás no podamos ver esas hibridaciones a través de las máquinas pero creo que en la música, por ejemplo, cada vez hay menos barreras con los géneros. También en la expresión del género en la sociedad. El futuro, como lo mencionas, será sin género.

Sí, eso es lo que yo espero. Pero también creo que el espacio hacía la imaginación, la ciencia ficción y los límites entre lo que se concibe como posible es algo de lo que cada vez seremos más conscientes a nivel personal, porque el lenguaje también genera realidad. Sin embargo también seguimos en un proto feminismo pidiendo cosas tan fundamentales como que no nos maten y no nos violen, pero eso ni siquiera es feminismo, es sentido común.

Es difícil porque en la realidad pareciera que se están haciendo cambios muy rápidos y por otro lado hay cosas que parecen que están en un punto medio. Pero espero, y me gustaria soñar, que la sociedad se moverá hacia allá en el futuro por una necesidad amorosa. Porque, cuando empiezas a sacar las fronteras que hay con otros, en todo sentido, y comienzas a acercarte a las personas, puedes existir de una manera más amorosa dentro de la sociedad; el cyborg para mi se trata de eso.

A lo largo de tu proyecto has abordado el feminismo desde diferentes perspectivas. ¿Cómo han llegado a ti estos razonamientos tan visionarios para inspirar tu nueva música?

Esto llegó a mi en el 2019 cuando leí El género en disputa de Judith Butler y paralelamente tuve un quiebre con respecto a la heteronorma. Siempre había sufrido mucho porque no era lo suficientemente “femenina”. De pronto me entregué a la posibilidad de ser pansexual y fue marivolloso, un extasis tremendo.

Fue una liberación desde el goce para mi y eso me lo enseñó el feminismo y lo que leía, pero también hay cosas que no se leen, que vienen de la intuición. Creo mucho en el feminismo intuitivo que se trata de hablar de las experiencias con las compañeras y basta con eso. Implica saber que todas, de alguna u otra manera, hemos sido abusadas. 

Es tremendo cuando te une el dolor con otras personas que ni siquiera conoces. En este proceso también conocí a Donna Haraway, cuando ya estaba un poco más inmersa. También a Ursula K. Le Guin, que fue la gran escritora de ciencia ficción del siglo XX. 

Naturalmente, el disco  tenía estos juegos del género. Por ejemplo, hablar como si fuera hombre, de “él” como si me refiriera a mi. Me pasó que leí las cartas de Gabriela Mistral a Doris Dana y también escribía como hombre, eso lo encontré maravilloso.

Presente distópico y el arte como esperanza 

Como lo planteas también parece que se trata de pensar en dos luchas. La primera de ellas que nace de cómo nos gustaría ver el futuro y la otra de afrontar los problemas cotidianos, los cuales, a veces, parece increíble que sigan sucediendo, como el acoso y los feminicidios.

Claro, por eso todavía es importante visibilizar la orientación sexual y la identidad de género. Espero que en el futuro revelar tu identidad u orientación no sea un tema o bien, un acto político porque somos un grupo discriminado, amedrentado y las políticas públicas lo corroboran. 

Yo no puedo adoptar un hijo con mi pareja porque somos lesbianas, no tenemos ningún resguardo social. Hay una sensación de que estamos avanzando rápido en el sentido de que estamos viendo un futuro igualitario, cyborg, amoroso, imaginativo, pero estamos viviendo también de una forma completamente represiva. Siento que son los últimos estertores del patriarcado, de algo que no se quiere ir. 

Estoy de acuerdo. Sin embargo, siento que también es emocionante formar parte de una revolución, formar parte de un grupo en el cual me incluyo porque soy homosexual y abrazo con una sensación muy particular el empoderamiento. Después de sufrir la opresión y de ser discriminado valoras con otra emoción los logros sociales. 

También eso nos une a nosotros. Porque sabemos lo que es sufrir esa discminación en distintos niveles. En Chile aún hay gente que es asesinada por ser homosexual, hay personas trans que son golpeadas.Aunque no nos conozcamos, saber cómo es pasar por eso, nos une como comunidad.

¿El futuro que has estado imaginando y construyendo desde 2019 se ha modificado respecto a la pandemia mundial que se atravesó a partir del 2020?

Hemos tenido que cambiar los planes laborales pero me sigo aferrando a que la contracultura y la gente que está visionando y que está sintiendo las cosas, son las personas que van a direccionar nuestro destino. No son las personas que insisten en permanecer en el conservadurismo o en el odio. 

La pandemia afectó  mi trabajo porque tuve que hacer cambios de planes y también quedaron más en evidencia las desigualdades y lo nefastas que han sido las personas que están en el gobierno, al menos en Chile, como han manejado las cosas. Te hace simplemente decir ‘todos estos que creía que eran unos estúpidos efectivamente son unos estúpidos’. 

Las nuevas generaciones tienen un desprejuicio y una intención hacia otra cosa y eso, de alguna u otra manera, sí se ve reflejado en el trabajo que estoy haciendo porque tiene esa esperanza, sin dejar de ver el horror porque lo que hago es oscuro igual.

Hace unas semanas pude hablar con Mariana Montenegro y me abrió el panorama de lo difícil que es la situación que viven en Chile. Cuéntame cómo ha sido tu experiencia por allá.

Ha sido difícil, a mi también me gustaría escapar. Es una sensación de que ya estamos perdidos. Los malos están acá y hacen lo que quieren. La policía es un horror, también el gobierno. La pandemia ha puesto más en evidencia eso. Ha sido súper duro, a nivel personal, económico y social, en colectivo, ver los horrores que generamos los humanos. 

Es un tema que siempre me lleva a la misma pregunta cuando platico con artistas chilenos, cómo esta represión histórica ha alimentado una escena musical tan visionaria, única en el mundo. ¿Qué opinas al respecto?

Creo que en Chile se remonta a antes. La poesía, por ejemplo, la generación del cincuenta, la literatura, es muy tremenda. Tienes a Vicente Huidobro, Gabriela Mistral o a Pablo Neruda, son muchas personas que tienen una profundidad artística realmente potente. Eso tiene que ver con que hemos sido un pueblo super reprimido, un lugar de experimentación social en donde viene Estados Unidos y hace lo que quiere; eso fue la dictadura, básicamente. 

Así lograron implementar un sistema neoliberal que nos tiene hasta las masas hoy en día y son puras mentiras. Todo basado en el horror y el miedo. Tiene que ver quizás con la geografía también: es volcánica, dura, está la cordillera, el mar, el desierto, el bosque, es una naturaleza extrema. Eso creo que forja el carácter de los artistas. 

Otro factor es la herencia musical que tenemos, como Violeta Parra y Victor Jara, están en nosotros por mucho que puedas estar haciendo música con sintetizadores, es lo que llevamos en la sangre. Es música que está muy emparentada con el dolor y con la conciencia social.

Creo que hay una escena hace tiempo, creo que hubo una escena en realidad a la que pertenezco con Gepe, Javiera Mena, Francisca Valenzuela y más, incluso gente que hace más folk, quienes pudieron existir en el indie. Pero hay gente que está haciendo arte y encima en el tercer mundo, o sea aquí no existe industria musical, en México existe, pero acá no. Acá ser un artista independiente es realmente épico.  

Ahora que hablas sobre cómo interviene el paisaje, la naturaleza y la poesía no puedo evitar pensar en Björk, que es una artista que tiene una conexión contigo porque en diversas ocasiones has expresado lo que significa para ti e incluso has sido comparada con ella. Y yo creo que esta conexión se hace más evidente a través de “Cerca”, uno de los sencillos que formarán parte de tu próximo álbum y que suena a una “Cocoon” intervenida. ¿Cómo surgió esta intervención?

Para mí fue súper importante escuchar a Björk desde los nueve años y me cambió la vida, probablemente me ayudó a sobrevivir la adolescencia. Entendí y conecté mucho con sus letras, sobre todo a un nivel espiritual; hace letras que no están hablando de cosas tan materiales, hay mucho simbolismo y conocimiento en lo que ella entrega. 

Sobre “Cocoon”, tenía esta canción que en un principio era una guitarra y una voz, y me di cuenta que la melodía se parecía a “Cocoon”, entonces al final lo que hicimos fue tomar elementos muchos más análogos como los pocket piano y los mezclamos con una guitarra. Claro, se parece mucho a “Cocoon” y tuve la decisión de decir “es es una cita”, obviamente se parece y me siento muy feliz de que así sea.

Están todas mis influencias, por ejemplo “Hombre”, que es una canción del disco, se parece mucho a Radiohead a nivel armónico, también tiene cosas de Juana Molina. Son cosas que me han influenciado y que se cuelan en la música y yo creo que hay que dejarlo ser, ¿no?

Completamente de acuerdo. Siento que “Cerca” es como subirle el volumen a las texturas de “Cocoon” y suena maravilloso…

Para finalizar cuéntame sobre todo lo que se viene de tu proyecto. Ya estoy esperando la continuación de “X y M

El videoclip de “Hice a mi amor llorar” continúa la historia de “X y M” y la gente va a estar muy confundida porque estamos contando la historia desordenada. O sea, no hay continuidad lineal.

También, a fin de mes, vamos a lanzar el capítulo tres, que es la historia de “M”, luego ya viene el capítulo cuatro y en junio lanzaremos el disco junto con el cómic. Cuando la gente pueda leerlo logrará entender toda la historia.