‘Hit Me Hard and Soft’, Billie Eilish entre madurez y apego

‘Hit Me Hard and Soft’, Billie Eilish entre madurez y apego

‘Hit Me Hard and Soft’ es el tercer LP de la cantante y compositora Billie Eilish, producido, una vez más, por su hermano y colaborador Finneas. Me encanta esta colaboración porque encarnan la definición de un dúo dinámico, creando un alt-pop melancólico y pegajoso que destacó desde su álbum debut.

Recordemos que transcurrieron algunos años para que tuviéramos el siguiente trabajo formal de Billie, ‘Happier Than Ever’, el cual representó un ligero descenso en comparación con su álbum debut. Aunque contenía grandes canciones y puntos destacados versátiles, la lista de temas se sentía sobrecargada y carecía del enfoque de su predecesor.

‘Hit Me Hard and Soft’ es diferente. Este álbum podría considerarse el más maduro y enfocado de Eilish hasta ahora, con una lista de canciones concisa y directa de diez temas. Líricamente, el álbum aborda temas como el deseo, la atracción y las relaciones que se desmoronan. Sin embargo, este álbum no es tan entretenido como los proyectos anteriores de Billie. No se trata del estado de ánimo, sino de la instrumentación y la composición, que se sienten más seguras y menos arriesgadas, inclinándose hacia estéticas ya establecidas en la música pop y rock.

Destacando algunas de las canciones; "Skinny", la pista inicial, presenta líneas vocales y una producción etérea y difusa, con letras sobre la fama y la imagen corporal; temas que han sido relevantes durante la carrera de la cantautora. 

El álbum avanza a través de una sección de baladas de ruptura, donde líricamente encuentra su fuerza. "Chihiro" es una canción con líneas de bajo dinámicas y sintetizadores brillantes, evocando el espíritu del french house, el funk y el synth-pop de finales de los 90 y principios de los 2000, pero demasiado sutil para la pista de baile. Asimismo, "Birds of a Feather" es una gran canción de enamoramiento con arpegios de guitarra deslumbrantes y un sonido similar a un theremin hacia el final, combinando el estilo de Wham! con el dream pop de Gwen Stefani.

La calma a través de la expresión emocional

"L'Amour de Ma Vie" es una canción que aligera el estado de ánimo, con un tema de ruptura paradójicamente alegre, ambientado en acordes suaves, cambiando a un ritmo más animado con sintetizadores trance y voces autotuneadas reminiscentes de Charli XCX.

Desafortunadamente, el álbum decae en las últimas pistas. El instrumental de "The Diner" parece extraño y poco inspirado, recordando una versión diluida de ciertas composiciones del ámbito alternativo; se despega de la calidad inquietante del trabajo anterior de Billie. "Bittersweet" sufre de voces sobreproducidas y una estructura de canción desarticulada; parte de una introducción épica de sintetizador para luego pasar a un pop tropical que se siente incompleto.

La canción final, "Blue", es la mejor de la última parte del álbum, ya que reúne los temas del álbum y retrata a un personaje central en el desamor descrito a lo largo del disco. Encontramos entre la letra algunas pistas sobre los reflejos de  las experiencias personales de la californiana.

En general, en términos de composición y producción, este álbum es sólido y está a la par del anterior, pero por diferentes razones. La lista de canciones es más enfocada y el disco sabe lo que quiere ser. Sin embargo, no hay tantos riesgos en términos de sonido o narrativas divertidas, interesantes o únicas en comparación con sus álbumes anteriores. La chispa creativa que diferenciaba a Billie de sus compañeros en el pop ha disminuido ligeramente, incluso si sus habilidades de composición han madurado.

"Hit Me Hard and Soft" muestra la evolución y madurez de Billie Eilish, reflejando su crecimiento artístico. A pesar de la falta de riesgos en algunas pistas, la alta calidad en producción y composición destaca la habilidad del dúo. 

Este LP, con su combinación de temas profundos y sonidos cuidadosamente elaborados, solidifica aún más la posición de Billie en el panorama musical contemporáneo.