El pasado sábado 20 de abril de 2024, debajo de un cielo nublado, la luna relucía entre el firmamento grisáceo para iluminar a las 160,000 personas reunidas en la explanada del Zócalo capitalino para escuchar el imperdible rock neoyorquino de Interpol, quienes frente a una bandera izada, dieron uno de los conciertos masivos más imponentes y memorables para el público mexicano.
Formada en 1997, Interpol es una banda de post-punk e indie rock originaria de Manhattan, Nueva York, integrada por Paul Banks como vocalista y guitarra rítmica, Daniel Kessler como guitarra principal y coros, en el bajo Carlos Dangler, y Sam Fogarino como baterista (quien, por cierto , no pudo estar presente en este recital histórico y fue sustituido por Chris Broome), quienes han creado ese rock nostálgico tan característico de la banda.
Mariachi Post-Punk y Water From Your Eyes
Antes de salir al escenario, cerca de las seis de la tarde, la banda estadounidense sorprendió a sus fans que los esperaban con los brazos abiertos, con uno de los momentos memorables previos al inicio del concierto; un tradicional mariachi mexicano, al ritmo del son regional, entonó “Evil” entre otros clásicos de la cultura popular como “El Rey” y “El Son de la Negra”.
Entre calurosos aplausos el público despidió al Mariachi, para darle entrada a la banda telonera Water From Your Eyes, quienes con su sonido indie pop experimental inmediatamente acapararon la atención de los expectantes a Interpol.
A través de sus redes sociales el dúo neoyorquino, describió su emoción por presentarse por primera vez en México, “En un giro loco de los acontecimientos, nos dirigiremos a la Ciudad de México para abrir este espectáculo verdaderamente épico, legendario y monumental en el Zócalo el 20 de abril con Interpol, a quien admiramos tanto y no podemos agradecer lo suficiente por invitarnos a unirnos a ellos en un día tan histórico”, comentarón.
Interpol y México, una historia de amor que llegó a su punto más alto en el Zócalo capitalino
En punto de las ocho, la espera culminó, el aglomeramiento era indescriptible y el furor de los espectadores coreaban “¡Interpol, Interpol!” a todo pulmón.
De pronto vino un silencio, el escenario se enrojeció, luces violetas se dispararon sobre el público como rafagas y en ese momento los acordes crudos de la guitarra de Daniel Kessler abrieron paso a la primera canción del concierto “C'mere”.
Ver esta publicación en Instagram
Para las nueve en punto, el escenario se incendiaba con el estruendoso rock de la banda que hacía latir a toda la multitud que los aclamaba aplaudiendo al compás de sus canciones emblemáticas, entre ellas “My Desire”, “Evil”, “Obstacle 1”, “Rest My Chemistry”, “Not Even Jail” , y los clásicos que no quedaron atrás, “Say Hello To The Angels”, “Pioneer To The Falls”, y para rematar los relámpagos neoyorquinos sumergieron de nostalgia a los espectadores con “All The Rage Back Home”.
Indudablemente fue como formar parte de un soundtrack alternativo, inmersivo y electrizante en la Ciudad de México.
Al final de la noche, aproximadamente al cuarto para las diez, uno de los momentos más emotivos de la noche se hizo presente, con ese centenar de personas entregándose de lleno a la música, despidiendo a Interpol coreando “She broke away, broke away…” de la canción “Stella was a diver and she was always down”, mientras mantenían las linternas de sus celulares encendidas; parecía un firmamento hecho de miles y miles de personas reunidas por un solo motivo; la música y el amor a la alineación neoyorquina.
Ver esta publicación en Instagram