Oscar Adame, descodificación del ego virtual - Entrevista

Oscar Adame, descodificación del ego virtual - Entrevista

¿Por qué estoy pensando todo el tiempo en qué escribir para llamar la atención en redes sociales, para llamar la atención de algunas personas, si puedo acercarme a esas personas y tener una relación humana natural? ¿Por qué estoy ideando este performance digital e invirtiendo tiempo en él?”, fueron las preguntas que invadieron la cabeza de Oscar Adame y lo impulsaron para la creación de ‘Ruidos De Mi Gemelo Desaparecido’, su segundo EP y la confrontación con su ego virtual.

Un año después del lanzamiento de ‘Para El Conejo De Los Ojos Coloridos’, la producción musical debut de Adame, el también periodista musical está de vuelta con un material en el que reflexiona sobre la extensión de su persona, al interior de un mundo digital contaminado por la sobreproducción de información y la inestabilidad de la atención.

Para hacer posible esta exploración, Oscar Adame aprovechó el talento vocal e instrumental de Sandrushka Petrova, de Descartes a Kant; el trabajo de producción de Raúl Villamil, mejor conocido por el proyecto Techno Para Dos, y la perspectiva de David Barajas, encargado de los visuales que visten la era del LP.

El equipo creativo se encargó de extender la ejecución de un proyecto con el que el titular de la obra experimentó durante la universidad, basado en la descodificación de imágenes para convertirlas en sonidos y trasladarlos a piezas musicales.

Así, ‘Ruidos De Mi Gemelo Desaparecido’ resultó en 3 tracks inéditos y la re imaginación de ‘De Los Ojos Coloridos’, track de cierre de su compilado sonoro anterior, cortesía de Ramón Amezcua (Bostich).

En Entrevista para Naufraghost, Oscar Adame compartió todos los pormenores de la gestión de esta ejecución musical de vanguardia, y del proceso que ha emprendido para conciliarse con su personificación computarizada.

¿Cómo te ha ido en este inicio del 2023?

Es un año de cambios, así lo he sentido desde que empezó, porque quiero hacer muchas cosas de mi vida. 

El año pasado mi hermana se fue a Austria un rato. El estar en Europa durante varios meses me abrió un poco más el panorama hacia lo que me gustaría hacer, el tipo de contexto en el que me gustaría estar y me di cuenta de que no estoy tan satisfecho aquí.

¿Pero solo en el aspecto de vivir en México o lo que estás haciendo?

No, solo de vivir acá. Tal vez en el aspecto de como estoy haciendo ahorita el trabajo, porque se siente como trabajo, y es algo que siempre he tratado de evitar. 

He tratado siempre de que todo se sienta como una aventura, de generar conversaciones que me interesen y creo que eso es una ventaja que tiene el hecho de trabajar en esto de escribir, porque implica proponer todo el tiempo y últimamente me ha faltado esa chispa.

Creo que me identifico. Siempre me siento atormentando por casi nunca poder estar tranquilo, tener que pensar todo el tiempo en lo que tienes que hacer después. ¿Cómo has sobrellevado el vivir con una mente que tiene que mantenerse creativa y que nunca descansa?

Es difícil porque no creo que lo haya manejado al 100 por ciento. Pero yo no lo considero como algo negativo, si te soy sincero. Creo que es como un empujón a crear, a reinventarse todo el tiempo. 

Pienso que a nuestra edad eso es importante, tratar de descubrirnos todo el tiempo, de hacer cosas, de meternos a lugares distintos, platicar con personas diferentes.

Lo que sí creo es que probablemente nunca te vas a sentir satisfecho con lo que haces, y que esa satisfacción más bien deviene de la apertura que tienes para disfrutar las cosas que siempre están y que te pueden dar alegría, como la naturaleza, platicar con gente en la calle, estar con tu gato; en la cotidianidad está el romance.

Si estamos pensando en que vamos a estar contentos con lo que hacemos, estamos subordinando nuestra felicidad a la capacidad de generar recursos. Es un punto de vista relacionado con el capitalismo salvaje. 

Ahora que mencionas la creatividad, ¿qué ha sucedido contigo desde la última vez que platicamos? ¿Cómo ha evolucionado esa formación artística y profesional que te ha llevado a crear el nuevo EP?

He crecido de muchas formas en el último año, pero ha sido más en términos de madurez emocional y personal que en lo artístico. 

Este EP nació, tal cual, de un proyecto de la universidad que hice hace 5 años. Justo es la primera canción del material, “Ruidos De”, antes se llamaba “Tears Running Down My Cheeks”, que es lo que repite la chica en la canción, y se basaba en esta idea de transformar imágenes a sonido, y generar una pieza musical con esos archivos, de estos sonidos que realmente son píxeles. 

Desde hace mucho tiempo he estado enamorado de la filosofía del Fluxus, que es una corriente que dicta que el arte es vida, y cualquier cosa que se haga vida es arte. Eso le dio la capacidad a los artistas de explorar prácticamente con cualquier cosa y romper con todas las reglas básicas musicales. 

Eso es algo que siempre he cargado a mi mente, que puedo hacer música y puedo hacer arte de cualquier forma, con cualquier medio, y que lo interesante o lo importante al hacerla es el discurso, lo que tengo que decir.

¿Cómo se han relacionado tu carrera como músico y tu quehacer periodístico?

El enlace que yo veo entre mi carrera musical  y mi carrera como periodista, dejando a un lado los contactos y la apertura que tiene la gente a hablar conmigo y a apoyarme de alguna forma, es que el estar tantos años curando una revista musical, gestando entrevistas y textos que ahonden en el mundo de los artistas, que lo expandan, es como tener la idea clara de qué es lo que yo valoro en un artista, en un producto musical, y es el discurso; eso me ha ayudado a empujarme para generar discursos y conceptos que me interesen.  

En este sentido, hace un año tal vez no hubiera podido hacer un EP con este concepto que, yo considero, salió muy redondo, porque no estaba completamente seguro de cómo generar un concepto de esta forma. 

Tengo la impresión de que los periodistas especializados usualmente están en una posición demasiado  externa a la de su objeto de observación y estudio. Es decir, un periodista musical generalmente no es músico y traduce todo lo que escribe con ideas retóricas que ayudan al lector a entender los sonidos. 

Sin embargo, tú has estado en ambos lados, ¿cuáles han sido tus hallazgos cómo músico y periodista musical?

Lo que considero que estaba haciendo en los EP es una impresión de mis vibraciones emocionales. 

Hice el primer EP con la idea de tener un documento para retomarlo en 30 o 40 años y entender cómo me sentía en ese momento, en esos últimos meses de adultez joven, con mi vulnerabilidad. 

Cuando hago música no estoy buscando generar algo que tal vez me alabe como periodista o generar algo que tenga algún tipo de impacto mediático. Me gusta producir la música que quiero escuchar y que me representa.

Recuerdo que durante la secundaria y la preparatoria escuchaba álbumes de forma obsesiva, escuchaba entre 7 y 8 discos nuevos al día que encontraba en internet, con esta idea de encontrar a un artista con el que pudiera identificarme. Ahora he entendido que la forma más sencilla de obtener eso es hacer la música tu mismo. 

Es bastante divertido porque, en este último EP, cuando veo el video musical de “Mi Gemelo”, reconozco partes mías y hay otras partes que no reconozco, lo cual me ha causado un impacto que todavía no he digerido.

La violencia de la creatividad y del mundo digital

¿Consideras que haces música con intenciones de catarsis y como una forma de remedio para la insatisfacción?

Creo que sí ha sido como una forma de terapia, cuando estoy en mi cuarto con mi ukelele y comienzo a escribir versos o empiezo a escribir melodías; es muy terapéutico y también es un proceso de meditación. 

Pero el resto, como trabajo mucho a través de colaboraciones, es una excusa para establecer relaciones y crear lazos, para socializar. He encontrado a través de la música una forma de llegar a conocerme más con otras personas, con las que trabajo en los discos. 

No diría que es un proceso en el que me sane y me sienta completamente en paz, porque el proceso creativo es violento de cierta forma, porque expulsas ideas y te llegan ideas como golpes. Más bien es como un ejercicio. 

No considero que he hecho música para escapar. Creo que me gustó el EP, pero todavía no entiendo por qué lo hice. O sea, trabajé mucho en el EP a nivel intelectual y hacer música no es fácil, tampoco producir los sonidos. Pero ahora veo para atrás y no entiendo cómo pasó. 

¿Cuáles fueron las influencias musicales que te orientaron para crear ‘Ruidos De Mi Gemelo Desaparecido’?

Siento que en este EP no está la parte orgánica que está en el pasado, el cual era más nostálgico y bonito. Este nuevo EP es más triste y obscuro, repleto de máquinas. Puede ser que haya influido un poco el haber estado escuchando mucho trap últimamente y música basada en beats electrónicos crudos.

En este EP hay mucho juego con la producción electrónica, con el sampleo. La segunda canción se construyó con una guitarra eléctrica, como una especie de grunge aquí en mi cuarto, e invité a Sandra a que tocara la guitarra y empezó a hacer como una especie de arpegios y tuvo como 6 o 7 tomas de vocales, con distintas entonaciones y expresiones de vocales. 

En lugar de tomar solo una línea guitarra y un arpegio, o solo una línea de voz, literalmente, lo que decidimos Raúl y yo, fue hacer una especie de collage de todos los arpegios que había hecho y de todas las intenciones vocales que realizó. 

No es un disco de folk, de raíz, como el EP pasado. Siento que aquí no hay adornos, son más bien fragmentos y sonidos que están envueltos en la melodía vocal. Pero no hay un instrumento que esté en toda la pieza. 

Sobre todo, creo que la mayor influencia de este EP es Aphex Twin, tal vez lo que hacía Kate Bush en ‘The Dreaming’, que es un disco basado completamente en samples, y Xiu Xiu, como siempre.

Debido a la naturaleza de la música electrónica experimental y de vanguardia, muchas veces esta puede buscar conectar a través de la producción de sensaciones radicales, ¿has pensado estos tracks con el fin de impactar en las sensaciones de las personas que los escucharán?

La intención era completamente generar un álbum que fuera opresivo y violento, que generara una sensación muy potente en los escuchas. 

Tomando en cuenta el discurso del material, la idea era que se sintiera en el interior de la computadora, como cuando estás completamente centrado en tu yo digital, en la personalidad que creas, en el performance que haces en redes sociales, en que se está debilitando tu esencia como persona. 

La intención de este EP era cuestionarme: “¿por qué estoy pensando todo el tiempo en qué escribir para llamar la atención en redes sociales, para llamar la atención de algunas personas, si puedo acercarme a esas personas y tener una relación humana natural? ¿Por qué estoy ideando este performance digital e invirtiendo tiempo en él?”

Quería transmitir esa sensación de no poder desconectarte, de no saber si tus amigos digitales son realmente tus amigos y qué significa tener estos amigos digitales. 

Era más bien generar esas preguntar y externar mi sentir de opresión. 

Ahora que lo has reflexionado a partir de la música, ¿has logrado reconciliarte con tu yo digital?

Sí, creo que me he dado cuenta de que valoro mucho el contacto con la gente y con el entorno natural. Me siento más en paz cuando no estoy centrado en la pantalla, lo cual es bastante ridículo por mi tipo de trabajo.

Cuando estás centrado en la internet, todo lo que fluye por internet es increíblemente importante, los trendign topics a cada momento, todo el mundo está muriendo, todo mundo está estrenando música. 

Entonces lo que gesta es que todo lo que está pasando al rededor de ti no sea tan importante, no debe tener tu atención inmediata.

A lo que he llegado a pensar con “el gemelo” y desarrollar el EP, es que hay formas de tomarse la vida más tranquila y que no todo es tan importante como lo dice internet y las redes sociales. 

Me gustaría llegar a un momento en el cual le tome más atención a lo físico y lo no virtual. 

¿Te consideras una persona egocéntrica?

Sí, es difícil. Creo que tengo una visión propia que algunas personas no tienen, porque yo también me considero mamón y la gente me dice que no lo soy. Pero estoy casi completamente seguro de que sí soy muy egocéntrico, porque sí me importa la forma en como la gente me ve y me importa que la gente me vea de una forma optimista, eso es muy humano, pero lo que más me importa es que la gente me tome atención. No me importa ser odiado mientras sea reconocido de alguna forma y eso me parece una característica de una persona egocéntrica. 

Incluso he tenido peleas con exnovias para saber que sigue existiendo un tipo de conexión emocional, un tipo de estímulo emocional potente. Diría que eso es una pista de mi egocentrismo.

También me gusto físicamente, siempre me estoy viendo a los espejos, también todo el tiempo estoy hablando y compartiendo ideas, a veces soy muy cuadrado y no acepto la opinión de otras personas.

Es curioso lo que mencionas porque me da la impresión que en este nuevo EP cedes protagonismo, desde la portada en la que tienes un monitor en la cabeza, parece que tampoco aparece tanto tu voz en los tracks. Parece que estás en el “back”, como un productor que ha orquestado la obra, pero que no aparece al frente de ella.

Sí, siento que no tengo problemas con estar en el “back, siempre y cuando se estén desarrollando las canciones tal y como yo pensaba. 

Todo funciona a través del concepto, porque no creo que este disco sea sobre mí, a diferencia del pasado, es más bien acerca de no sentirme yo, porque es la conversación sobre mi ente digital y en torno a la máscara que llevo, sobre el performance, de no ser humano, de ser una computadora y generar un performance para llamar la atención.

Pienso que la portada y el video no hubieran sido tan interesantes si no hubiera utilizado un monitor como casco, para empezar.

Tal vez en el concepto hay una contra narrativa con respecto a mi egocentrismo. 

Algo más que percibo es que en este EP hay una proyección más emocional, de emociones intangibles, considerando que el material anterior estaba basado en una serie de poemas que escribiste. ¿Cómo fue decodificar emociones y frustraciones para convertirlas en música y qué diferencias encontraste respecto a la conversión de tus ideas en ambos EP?

Considero que este EP sí tiene como una lírica más narrativa, que es como la de “Mi Gemelo”, que es la que canta Sandra, sobre querer estar en la computadora, “no necesito paisajes hermosos cuando puedo tener píxeles coloridos”. Pienso que tiene una historia dentro, creo que esa canción es muy directa, aunque el resto son más emocionales.

“Desaparecido”, por ejemplo, es sobre desaparecer en la computadora y es un poema a mi ansiedad, como abrir un agujero a mi estómago y no poder hacer nada hasta que se cierre; es un mantra, esa canción al principio me la imagine como rodeada de campanas y un xilófono, como si fuera una canción de cuna para niños, una forma de arrullarte para ayudarte a dormir y terminó siendo más densa. 

Considero que hay una historia en las 3 canciones, que es de un hombre que logra salir de la computadora, que se reencuentra y puede dejar a un lado a su gemelo, que es el perfil de Facebook que lo atormentaba. 

¿Cómo te sentiste al recibir el remix de Bostich de “De Los Ojos Coloridos” y escuchar que él reconfiguró una de tus obras?

Se sintió bastante bien. Ese fue el momento en el que me sentí legitimado como compositor y como músico, que este hombre se haya tomado el tiempo de jugar con los sonidos que había hecho y convertirlos en propios, fue lo más importante que pasó con el pasado EP. 

Me sentí liberado porque me hizo pensar que lo que hice tiene valor y puede seguir cambiando a lo largo del tiempo, puede convertirse en otra cosa.

Al escucharlo, me pareció muy interesante tratar de comprender de donde salían los sonidos, comparándolo con la versión original, y eso fue lo que más me gustó, la transformación, como se transformó, como si fuera una persona.

¿Seguirás haciendo música después de este EP?

No tengo un plan como tal. Tengo planeado desarrollar un acto en vivo del EP y tengo una idea muy tenue respecto a lo que yo consideraría, como periodista musical, que podría ser el futuro de la música para realizarlo. 

Es que yo nunca he visto un proyecto de techno que utilice spoken words, en el cual haya como poesía en vivo con beats de techno detrás.

Me gustaría utilizar la música electrónica de vanguardia como un lienzo en blanco para narrar historias. Porque considero que la música electrónica de ese tipo está reducida solamente a los sonidos y a las texturas. No creo que haya muchos artistas que tengan un discurso narrativo, porque pareciera que la música no lo permite, pero me gustaría ahondar en esa idea de ser un poeta con bases de techno. 

No lo consideraría como un concierto tal cual,  porque traicionaría a la audiencia, ya que no me considero un músico muy dotado. Me ayuda mucho el poder generar recursos a través de la vía electrónica y el poder editarme, y en vivo no me interesaría hacer eso.

Me imagino más un performance con interludios musicales y que trate de la computadora que me está atemorizando, con personas en máquinas de escribir creando poesía, que la lean, que la griten y se la arrojen a quienes nos están viendo; como un performance Fluxus autocritico y de autodesprecio, utilizando los símbolos que he estado utilizando.

Por ejemplo, los lentes de Luna Lovegood, que en la portada representan a una persona que está viendo todo a través de un filtro. Pienso utilizar estos recursos que despersonalizan al autor en vivo, como generar una especie de teatro.

No consideraría que sería un acto para festivales o foros alternativos, si lo llego a desarrollar me gustaría presentarlo en museos o instituciones culturales.

La colectividad que venció al gemelo  

Me gustaría agregar algo más: la cuestión de hacer música no es algo individual, es una proyección colaborativa y no hay algo más importante en el acto de crear y de hacer cualquier cosa en la vida que el tener relaciones fuertes. 

Yo no hubiera podido hacer esto si no hubiera tenido estas relaciones fuertes y estos amores, estos enlaces con las personas.

Si no hubiera tenido a Raúl que quiere producirme lo que me dé la gana y quiera estar conmigo creando en su departamento, no hubiera podido hacerlo de ninguna forma, no puedo rentar un estudio o no tengo los conocimientos que tiene él para llevar a cabo mis ideas.

Igual con Sandra, que hizo un sacrificio enorme un día emocionalmente muy pesado para ella, para ayudarme a grabar el video musical. Ella tiene miles de herramientas expresivas y como creadora que yo no tengo. 

También David Barajas, si él no hubiera estado conmigo como una persona que me apoya en todas las locuras creativas que tengo, no hubiera podido hacer el video de ninguna forma, porque el video salió baratísimo, porque él quería hacerlo y porque ya tenía los medios a disposición.

Mucha gente se detiene en su visión o idea de lo que puede o no hacer debido a sus recursos económicos, cuando es más importante gestar los recursos de personas, mantener estas relaciones que son las que te terminan nutriendo. Porque si no lo hubiera hecho con amigos, con las personas que amo, no hubiera tenido el impulso de hacerlo bien, porque también lo estaba haciendo por ellos. 

Si eres completamente natural y fiel a tu persona, la vida misma te va arrinconando a conectar con esa gente que siente la vida de una forma muy similar. Es algo que me ha pasado porque todos los músicos que he llegado a admirar en cierta etapa de la música mexicana, siempre termino amistándome. 

Al colaborar con ellos, ¿has podido extraer aprendizajes y talentos que en algún momento te permitan empoderar tu creación y quizás en algún momento poder ejercer la autonomía artística?

Creo que es cierta esta noción de que tienes que enfocarte en algo específico para ser excepcional en ello. La verdad es que ellos hacen cosas que me gustan y en las cuales profundizo como artista porque me encargo de dirigir para que se materialice mi visión y mis ideas, obviamente abriendo las posibilidades a sus influencias creativas, a su talento, pero sí considero que no puedes llegar a ser tan bueno en muchas cosas a la vez. Pienso que si yo hubiera hecho todo esto solo, no sería ni una décima parte de lo que es bueno. 

Creo que más qué pensar en aprender y volverme completamente independiente, me gusta profundizar en el discurso y en la historia, en lo que quiero expresar, lo que para mi es importante es que ellos sean los primeros que lo entiendan y que puedan materializarlo de una forma.

No creo que el trabajo de un artista actual no es el de un “one man army”. Creo que todos los creadores actuales trabajan a partir de colaboraciones, más que ser como músicos completos, como directores de orquesta, siempre eso ha sido algo que está presente en la música y en toda forma artística valiosa. 

Hay más profundidad en algo que está hecho por varias personas y creo que hay que tener el coraje o la valentía de confiar más en el talento de otra persona que en el tuyo, si quieres materializar tus ideas.

¿Cuál es el secreto para ceder creativamente, para empatar las ideas a pesar de las diferencias creativas y metodológicas en el trabajo musical colaborativo?

Siempre que cedes termina materializándose algo de mejor forma, en comparación con la que tú habías visualizado. 

Recién vi ‘Ratatouille’ con Sandra, que es una película sobre el quehacer de un artista. Remy, la rata, es el artista perfecto, y en la escena en la que tiene un queso y una fresa entre sus patas, él dice que cada cosa tiene un sabor y una tonalidad, y cuando las juntas se crea algo nuevo. Pasa lo mismo con la música, sobre combinar cosas, pero yo no tengo todo para combinar, mi cabeza tiene un límite y es cuadrada. Pero cuando combinas con otros, el producto final termina adquiriendo tintes más interesantes, y esas son las canciones que terminan siendo, no son las que yo compongo aquí en mi cuarto, son canciones que ya pasaron por un proceso de producción más profundo.