Este 30 de enero se cumplen 32 años desde el lanzamiento de Technique, el quinto álbum de estudio de la insignia del synthpop New Order, el cual surgió en la embriaguez de Ibiza, las adicciones, el rave y las fricciones interiores.
Technique es reconocido como parte de esa oleada de materiales aclamados de New Order, completada por sus predecesores: Brotherhood (1986), Low Life (1985) y Power, Corruption & Lies (1983). Quizás, al exterior, represente la reiteración del auge de la agrupación británica, pero la historia detrás de su producción esconde algunos de los más oscuros vicios y adversidades entre los integrantes de la banda.
Los de Manchester siempre se caracterizaron por la fabricación de éxitos insólitos, desde su incursión en los ritmos para las pistas de baile con el emblemático "Blue Monday", la suerte fue su mayor aliada (la calidad y la refinación también, por supuesto) y con esta quinta entrega lo demostraron una vez más.
Technique: entre drogas, hedonismo y adversidades, el milagro de New Order
La leyenda al rededor de la creación de Technique, contada en libros como "Substance: Inside New Order", versión de los hechos de Peter Hook y "New Order, Joy Division y yo’ en la perspectiva de Bernard Summer, relata que tras empaparse de la cultura dance y las sonoridades del mítico club The Hacienda, financiado por Factory Records y la agrupación, New Order decidió producir sus nuevos materiales en la paradisiaca isla de Ibiza.
Lo que se presentó como una justificación al no encontrar un estudio adecuado en Manchester, se convirtió en una realidad en medio de la necesidad para darse un respiro y obtener ingresos, todo a raíz del reciente divorcio de Summer, sus fricciones con Hook tanto por sus proyectos en solitario como por su constante lucha de egos, y el mantenimiento de The Hacienda, que estaba absorbiendo cantidades monetarias insostenibles para New Order y Factory Records.
En su aventura a Ibiza se llevaron de nueva cuenta a Tony Wilson, el reconocido empresario de su sello discográfico, quien les financió prácticamente dos meses de drogas y fiesta en la isla española, con sesiones de grabación mínimas en las que apenas lograron completar la producción de "Fine Time", el track de apertura de Technique que proyecta toda la vibra rave y hedonista por la que pasó la agrupación en ese entonces.
El éxtasis y las noches de excesos los llevaron a exiliarse de ese abismo de vicios y procrastinación para terminar de grabar el álbum en los Real World Studios de Peter Gabriel, en Box, Wiltshire, Reino Unido.
A pesar de las reminiscencias del acid-house como el estilo musical que configuró a los sintetizadores de Technique, el material también es reconocido por la síntesis de la instrumentación orgánica y, paradójicamente, por la introspección de algunos tracks en los que se plasman los estragos de la tensión, tales como "All The Way" y "Love Less".
Después de todo, es uno de los LP más representativos del sonido de New Order, la agrupación que mostró con Technique sus capacidades versátiles para adecuar las tendencias electrónicas de manera efectiva a su estilo. "Vanishing Point" evidencia perfectamente eso y sus habilidades en la creación de potenciales hits dance incluso en la adversidad.