
Meses atrás, el dúo chileno conformado por Mariana y Milton, sorprendieron con nueva música después de 10 años. “Bien tu mal” alegró a su fanbase por retomar ese ritmo alegre y bailable con acentos disco que recuerdan sus temas clásicos. Además la letra brilla por ser pegajosa, lo que la vuelve irresistible para cantar. Dënver volvió con ganas y generó gran expectativa sobre su regreso.
En esta ocasión, Dënver le baja al bpm, descansa las cuerdas disco, elemento característico de su pop barroco, y lo reemplaza por un meloso sax en su nuevo single, “A pedacitos”.
Dënver crece expectativas “A pedacitos”
Para este sencillo, Dënver cambia el chip y le apuesta por un sonido suave, con texturas soul y R&B, con una lírica que pudo haber nacido a manera de free style. “A pedacitos” suena distinto a todo lo que han hecho a lo largo de sus cuatro producciones discográficas, por lo que aún, sin tener una fecha de lanzamiento para su nuevo álbum, nos dan la probadita de que viene rico y variado.
"Tiene una personalidad muy diferente a 'Bien tu Mal'. Queremos ir enseñando de a poco este paisaje de canciones que estamos preparando, que son muy variadas entre sí", Mariana Montenegro.
“A pedacitos” es una balada con buen flow que le canta a los corazones rotos. Aunque complementa con breve mensaje político en la frase “Nada tiene sentido, Dios también es palestino”. Imposible no ligarlo a ese contundente “Dios así lo quiso, Dios también es hombre” de “Corazones rojos” de Los Prisioneros.
En el track participan Nico Parra de Black Vitamina, con batería a cargo de Guille Salort desde Argentina, Pablo Jara en guitarras y Franz Mesko en el saxo. La composición, a su vez, está influenciada por artistas como Nick Hakim, Mac Miller, Prince, Rupert Holmes y Steely Dan.
"Nos interesaba mostrar lo que han evolucionado nuestros intereses musicales en este tiempo. Nos encantan las canciones para la pista de baile, pero los momentos más introspectivos a veces te permiten reflexionar desde lugares más personales y, en este caso, ayudaba el mood a descubrir una lírica más visceral, más cruda, y así encontrar el punto en el que las reflexiones de uno se encuentran con lo que sucede en el mundo, y cómo eso nos afecta"- Milton Mahan.
Dënver y una pizca de Japón en videoclip
El producto audiovisual que acompaña el track fue realizado por Milton Mahan, junto a Juan Maturana y Plátano Films. “A pedacitos” no es el primer video que el integrante del dúo dirige para el proyecto, pues cuenta con “La Lava”, de su disco Sangrecita (2016), con fuerte referencia cinematográfica a “Paris Texas” de Wim Winders.
El video, como en la mayoría del acervo de la banda, contiene imágenes poéticas. Una de ellas, es el uso de kintsugi, una técnica de origen japonés que se usa para reparar las fracturas de la cerámica con una resina mezclada con polvo de oro.
El valor de esta técnica, además de recuperar un objeto perdido, radica en la aceptación de lo que se ha roto como parte de su historia. Las roturas y las reparaciones forman parte de esta historia y tienen que ser mostradas en lugar de esconderlas. Es una forma de honrar a las cicatrices. No es gratuito que también se vea la definición de la palabra “ombligo” en el diccionario.
Para Milton, quien hace un año, lanzó “Mishima” como single solista, la cultura japonesa es de gran interés, que también parece rescatar en el video con la sobriedad de los colores. Esto se apega a la intimidad de la canción, y muestra la otra cara del dúo chileno: más vulnerables.
Otro pedacito a manera de conclusión
Dënver sabe que la nostalgia vende, pero la reinvención no tiene precio. Mariana y Milton ponen la experiencia y nuevas influencias en la mesa para demostrar que todavía hay mucha cerámica para (des)componer. La expectativa crece alrededor de su nuevo álbum, pero parece que los planes de la banda por el momento será saborearnos ahora sí que “A pedacitos”.