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Gol Olímpico es una banda que nace desde la metáfora de lo improbable: anotar un gol directo desde un tiro de esquina. Esta acción del fútbol da nombre a un proyecto musical que busca crear belleza en medio del caos. Su EP debut, reflejos de un ayer, estará disponible a partir del 19 de junio a través del sello costarricense Furia.
Conformado por cuatro canciones profundamente personales, el EP explora emociones difíciles de nombrar: la pérdida, la nostalgia, el duelo, pero también la esperanza que habita en los pequeños momentos del día a día. Cada pista es una escena cotidiana, una taza de café, una tarde lluviosa, una conversación que se repite que, con el paso del tiempo, se convierte en una ancla emocional.
Grabado de forma colaborativa a distancia entre Monterrey, Carolina del Norte y Vancouver, y producido por Jorge “Pingo” Ávila, reflejos de un ayer construye un universo sonoro envolvente y melancólico. Las guitarras dialogan con sutileza, los sintetizadores se suman con discreción y las letras, cargadas de honestidad, se convierten en espejos emocionales.
El focus track de este EP es 'Vancouver BC' esta es una canción que plasma muchas de las emociones dentro de Gol Olímpico en donde podemos encontrar un sentimiento de cercanía, memoria y nostalgia.
Con influencias que se nutren de distintas vertientes del emo, tanto en inglés como en español. Referencias como Owen, American Football, The Weakerthans, Alex G o Bedbug conviven con la sensibilidad de bandas latinas como Miraflores, Cacomixtle, Honey Pot! o Yo No Quería Morir. Todo esto converge en una propuesta que combina lo íntimo y lo poético, sin perder complejidad ni autenticidad.
Además de la música, la literatura ha sido una influencia clave en la composición de Gol Olímpico.. Obras de autoras y autores latinoamericanos como Alejandra Kamiya, Fernanda Trías o Luis Carlos Barragán Castro han sido guías emocionales para capturar la belleza de lo cotidiano y lo que se calla.
Reflejos de un ayer no es solo un EP, es un ejercicio de memoria emocional. Una invitación a mirar hacia atrás y encontrar en los detalles, por más simples que parezcan, la fuerza para seguir intentando, como un gol olímpico que desafía toda lógica y aún así sucede.
