Raquel Sofía: aprender desde el dolor en 'Después de los 30'

Raquel Sofía: aprender desde el dolor en 'Después de los 30'

Como un recordatorio de que las complicaciones y momentos de gozo edifican la vida de las personas sin importar la edad, es que llega 'Después de los 30' de Raquel Sofía, un compilado de canciones que exprime al dolor y el amor para vaciarlo en la necesidad de emancipar las culpas y crear un aprendizaje direccionado a la autocomprensión.

'Después de los 30' es el tercer álbum de estudio de la cantautora puertorriqueña que desde sus inicios ha utilizado al desamor como tinta inspiracional para sus plumas desde '2:00 AM' en 2018, nominado a “Mejor Álbum de Cantautor” por los Latin Grammy, hasta 'Lecciones De Una Vida Cagándola En El Amor' de 2022.

Las 11 pistas de esta entrega cuentan con la producción de Julián Bernal, Mauro Muñoz,Pablo Stipicic y Mateo Lewis, quienes también estuvieron inmersos en algunas composiciones junto con Alejandra Zeguer, Covi Quintana, Franco Le Goffic, Gonzalo Hermida, Alberto Vela y Raquel Borges Nava, verdadero nombre de la artista.

El álbum retoma el pop rock, jazz, rumba y sonidos urbanos con lo que, en paralelo con las letras, mantiene un equilibrio entre las narrativas amorosas y anti románticas, lo que genera una conexión orgánica y real sobre los altibajos de la rutina emocional de las personas.

'Después de los 30' todavía duele el amor

Con tintes de tenacidad, confianza y celeridad, en “Demasiado Poco – Demasiado Tarde” la puertorriqueña narra una retirada, sin retroceso a la comodidad disfrazada de amor, tras una relación contradictoria que solo busca el amor cuando se lo quitan. Refleja el hartazgo de entregar todo y no recibir nada: “Que triste que tú para quererme, tuviste que perderme”.

En “Llorando En Una Bici” se explora la falsa creencia de que el drama y los achaques amorosos terminan con la edad. Es una balada que retrata la cotidianeidad sentimental para hacer un auto reclamo sutil sobre la realidad mortificante de salir de un sitio, convertido en persona, en el que tanto se anhela permanecer.  

Por otra parte, “Caracas” lleva al extremo la pregunta ¿Qué hubiera pasado sí…? Con un toque nostálgico anuncia todo lo que se pudo hacer para salvar una relación, mientras delata por qué nunca funcionó.

“Domingo De Extrañarte” derrama melancolía y un sentimiento de vacío que expresa los pensamientos intrusivos nacientes del denominado “domingo de bajón”. Profundiza en la angustia por el futuro, el sufrimiento por el pasado y el achaque del presente resultado de un amor fallido: “Después de la vida sigue la muerte, pero después del amor nadie advierte”.

Mientras que “Jugar Con Fuego” es la canción que ejemplifica la manía de caer en esos errores dañinos que provocan el dolor de las canciones que le anteceden. Es un bucle de la complacencia de dañarse para reconciliarse.

'Después de los 30' aún hay amor y amistad

El disco inicia con “Corriendo, Flotando”, una melodía que refleja el estado de plenitud y calma desencadenado por el estado de enamoramiento puro que explora las sensaciones y acciones que buscan el confort recíproco. Además, recuerda el elemento vital del disco: consolidar el amor desde el aprendizaje compuesto por malestares previos.

Por su parte, “Aprendiendo Catalán” es un pequeño recordatorio de la importancia de la confianza, comunicación y empatía en el arranque o desarrollo de una relación amorosa que embiste las desconfiguraciones por las que se puede cruzar la edificación sana y eficiente por las que ésta pasa, tales como los celos y el miedo.

“QUE NADA NADA NADA NUNCA CAMBIE” es una oda a la amistad al abrazarla y posicionarla como red de apoyo funcional para la complicada época que retrata el disco; es un deseo de que las experiencias queden estáticas arropadas por una noción consciente de que la pausa no es al tiempo sino al sentimiento que se entrega dentro de una amistad.

En “Y Si Tal Vez” crea una seducción sonora a formalizar una relación y convertirse en un soporte que aplaque los malestares de la cotidianeidad a través del amor. Es una balada romántica que exalta el amor como medicina de la indecisión.

Las canciones que ultiman y agigantan la idea central del disco son “Buen Plan” y “Después de los 30”. La primera narra las sensaciones a posteriori al dolor, reflejado en  algunas de las canciones de la nueva placa discográfica, y es una introspección que solidifica el amor propio, la persistencia y la resiliencia por el bienestar propio.

Mientras que la segunda, la canción homónima, es una prosa que narra los temores, las acciones inconclusas y los malestares de una persona al llegar a los 30 años que se pone en choque con el valor de las experiencias, el dolor como aprendizaje y la importancia de las personas queridas en la vida.

El álbum es una vocecilla que invita al oyente a comprender que la vida puede estar mal en 10 canciones o momentos de su vida, pero saldrá a flote en una onceava que le otorgará la fortaleza para entender que lo que está haciendo, lo está haciendo bien.

En 'Después de los 30', Raquel Sofia hace énfasis en disfrutar las malas y buenas vivencias que funge como recordatorio sonoro de que todo pasa, que nada tiene una sola dirección y que hasta los peores momentos traen consigo una contraparte futura beneficiosa.

El clamor de Raquel Sofía en 'Después de los 30' es un retrato y reflexión de los altibajos que se experimentan al cumplir 30 años, o antes de cumplirlos, que rescata la tristeza y el gozo como elementos clave para la liberación de las culpas y el aprendizaje como apoyo de la construcción del amor propio, pues no olvidar que “la vida empieza cuando algo sale mal” y “no se vive en vida recta”.