Renee conquista con fervor el Lunario

Renee conquista con fervor el Lunario

Entre lágrimas, sonrisas, monólogos y bailes, de esta manera Renee conquistó su primer Lunario del Auditorio Nacional. Con una puesta en escena que rebasó la conceptualización del concierto tradicional para atravesar a la teatralidad a través de la música;  fue una noche que se convirtió en la materialización de un sueño de amplia retrospectiva que se enreda entre un corazón roto y la bravura de experimentar el desinterés por los males cotidianos.

Es común sentir el fervor de los fanáticos por ver a su artista favorito, pero la sensación es distinta cuando se presencia la llegada de una artista hacia una cima que difícilmente creyó conquistar. Los rostros fueron golpeados por la euforia, las sonrisas sobrepasaban la alegría cotidiana y las miradas expulsaban el alma inquieta por la felicidad.

En esa noche un rayo anunciaba la tormenta; un factor que no bajaba la animosidad de los asistentes que hacían fila para ser los primeros de la zona general, y otro más de la vip. Las vestimentas expresaban rebeldía, elegancia y soltura de expresión, pero predominaban los brillos y las lentejuelas plateadas, una huella identitaria de la nueva etapa de Renee que los fanáticos apropiaron a través de la ropa.

En cuanto la indicación de dar acceso al público fue marcada por el personal de seguridad, la inmensa fila que esperaba afuera lo tomó como la bandera de partida para quienes ansiaban por corear “Ojalá Te Vaya Mal” al unísono con Renee.

A poco más de una hora del acceso los motores se encendieron con la presencia vocal de Majo Rivas, quien contagió su vibra pop a los asistentes que ya se encontraban dentro del recinto; “Me Da Igual” destacó y motivó la génesis del fervor entre público.

Cerca de la noche, a través de una aparición misteriosa, salió Renee del fondo de aquel telón rojo que decoraba el escenario, la respuesta del público, expresada en gritos y aplausos, fue instantánea, y ella la utilizó para camina con lentitud al centro del escenario -quizás para apreciar la vista de aquel sueño logrado-. Con un body o maillot negro y una guitarra blanca dejó sobresaltar su cabellera repleta de chinos para arrancar con “Algo Bien”, seguido por “Demasiado” y “Hoy Me Siento Bien”, todas melodías de 'NMDQH' con las que las manos arriba nunca cesaron.

“Afortunadamente estoy aquí en el Lunario, estoy gracias a ustedes”, externó Renee con una sonrisa y los oídos ahogados por los incesantes gritos del público.

La teatralidad de Renee entre lágrimas y sonrisas

La voz vehemente de Renee invadió todo el recinto, pero montar un concierto es toda una aventura que se convierte en un éxito cuando el público moviliza sus cuerpos sin parar, porque dicen que el baile es la expresión del alma; dichas almas sobresaltaron al sonorizar la primera nota de “Mundo Cruel” que se iluminó de luces amarillas y se acompañó de un breve monólogo sobre la introspección de llegar a llenar un Lunario.

No olvidar que “Mundo Cruel” termina con la voz de la abuela de Renee con un mensaje enternecedor y motivacional; provocó su vulnerabilidad en el escenario. Fue la conexión con el público la que le dio una respuesta alentadora expresada en una oleada de aplausos.

“Todavía no quiero llorar”, dijo Renee, mientras el público no alcanzaba un momento de silencio y remató con un “¡Sí se pudo!” en repetidas ocasiones, lo que provocó que la artista tuviera que tomar un pañuelo para secar sus lágrimas que caían sobre el escenario como símbolo de victoria y realización.

La escena cambio de color y los tonos azules y rojizos se hicieron presentes para dar entrada a “Dame Chance (Rayuela)” y “Si Tú Quisieras”, canciones que dieron la bienvenida a 'R' el último álbum de Renee, así como a una empecinada inquietud entre el público, que después descansaría por un momento durante “El Club” y “Tibio”.

Sin embargo, la energía volvió a explotar cuando Renee, en compañía de sus dos bailarines montó una coreografía completa durante “Sobrevivir”, con la que enriqueció el concepto teatral que buscaba emitir.

Los ánimos se encontraban a tope y Renee abrazó dichos ánimos con “Sed de Acción” que se convirtió en una pieza infaltable de su setlist, a pesar de su reciente estreno, la canción desembocó las emociones de los asistentes. “Fake” apaciguó al público, pero el eco que había dejado “Sed de Acción” -uno de sus nuevos himnos- continuaba y pasó a ser la primera insignia sonora de la noche.

Dr. Simi apertura la llegada de los invitados en el Lunario

Renee había salido del escenario, los asistentes mostraban una intranquilidad beneficiosa que se evidenció en el sudor y las voces atónicas, fue entonces cuando de entre el público un Dr. Simi, el peluche por excelencia en los conciertos desde 2022, apareció; salió Renee con un vestido de lentejuelas doradas para reanudar el show, no sin antes recibir al famoso muñeco como otro signo de victoria.

Renee entonó “Fue por Algo”, acompañada por Kaia Lana, seguida por “Extraños de Nuevo”; ésta última despertó en el público una mezcla de serenidad y euforia tras el posicionamiento de Marco Mares en el escenario para desarrollar una incomparable química amistosa entre ambos.

Había transcurrido media hora desde el inicio del concierto, el público se encontraba en calma tras la despedida de los primeros invitados cuando de pronto todo se oscureció por unos momentos, de pronto el sonido de los violines comenzó a resonar en el Lunario que se combinó con la fuerza de “Playlist” y “La Torre”.  

Fue en “Más Allá” en la que se entretejieron las cuerdas y la teatralidad con un juego de luces (blancas y azules) y sombras que otorgan misterio y sensualidad a la coreografía.

La puesta en escena continuó con un monólogo sobre el daño de las relaciones narcisistas que dio entrada a “Ojalá Te Vaya Mal”, la segunda canción insignia de la noche que hizo retumbar las paredes del Lunario al grito de “Ojalá te vaya mala, que te caigas de tu pedestal y que allá en tu triste soledad, no tengas nadie a quien abrazar”.

Jacinto fue el siguiente invitado, con quien además de compartir créditos en la creación de “Mientras la Ciudad Descansa” demostró una fraternidad entre ambos artistas que se reflejó en la interpretación a dúo de la canción.

“Querida Sofía, desde que te conocí sentí esa chispita que sientes de cuando conoces alguien especial (…) muchas gracias por hacerme creer que los sueños si se cumplen”, expresó Jacinto en una carta declamada a Renee sobre el escenario; la acción conmovió a todo el público y recibió las palabras del artista con aplausos.

La noche continuó con “Como quisiera” y la canción mayormente mediática de Renee: “Nunca Tristes” que avivó al público. Aunque, por si fuera poco, “La Buena Lección” y “Viaje al Amanecer”, acompañadas por Los Miranda y Karina Catalán, respectivamente, desencadenaron mayor furor entre los asistentes que recordaron un poco más de 'Breve espacio'.

El final llegó cerca de las diez de la noche, cuando ya las almas de los fans se habían refugiado en la incesante euforia que provocó Renee, pero había un tema pendiente; que sería la tercera insignia de la noche.

El lunario de Renee finalizó con “El Disfraz” con una coreografía que englobó todos los esfuerzos físicos que tuvo que realizar para lograr teatralizar el concierto, entre aplausos y gritos la gente le agradeció. Renee sonrió al público y se despidió, no sin antes pormenorizar agradecimientos a cada una de las personas que hacían posible su llegada al lunario.

El telón se cerró, las luces se encendieron y el público finalizó con la repetición de un “¡Sí se pudo!”, un signo de buen augurio para las próximas fechas del Rockstar Tourrrr.

Lo que el Lunario del Auditorio Nacional presenció el pasado primero marzo fue el inicio de la punta más alta, hasta ahora, de una verdadera rockstar: Renee, pero ¿a qué se le puede llamar ser una rockstar? Algunos dirían que ese título se le otorga a la estrella de rock del momento, otro más a quien se posiciona como una artista destacada en lo que hace. Sin embargo, ser una rockstar va más allá de tocar un instrumento o pararse sobre un escenario, es combinar la bestialidad y la docilidad para alcanzar los sueños, es conectar con el público de manera orgánica y es aventurarse a batir la zona de confort a través de la conquista de las pasiones que le dan sentido a la vida propia y la de otros.

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