Mia Esmo 
‘Short n’ Sweet’, el álbum más reciente de Sabrina Carpenter, debuta con el primer puesto de la lista Billboard 200, asegurando su tan merecido lugar en la industria musical.
La cantante inició su carrera a los 10 años, subiendo covers a YouTube desde el pequeño estudio de grabación que su padre le construyó. Un año más tarde concursó en The Next Miley Cyrus Project, quedando en tercer lugar. Su siguiente paso fue la actuación, y tras varios mínimos papeles en diferentes series, llegó a Disney con una aparición en la serie Austin & Ally. Finalmente, en 2014 llegó su primer protagónico en la serie Girl Meets World junto a Rowan Blanchard.
Siguiendo la tradición de chica Disney, Sabrina firmó su primer contrato discográfico con Hollywood Records, lo que la comprometió a lanzar cinco álbumes con la disquera: ‘Can´t Blame a Girl For Trying’ (2014), ‘Eyes Wide Open’ (2015), ‘EVOLution’ (2016), ‘Singular Act I’ (2018) y ‘Singular Act II’ (2019).
Durante estos años también fue telonera en el Dangerous Woman Tour de Ariana Grande en São Paulo y aunque ‘EVOLution’ la llevó a su primera gira independiente, nunca llegó el éxito esperado. Debido al poco interés de Hollywood Records en promocionar su carrera, la cantautora decidió dividir 'Singular' en dos actos para poner fin a su contrato. En consecuencia, afrontó una demanda impuesta por dos de sus ex managers.
Un año después, y con la demanda ganada, Sabrina Carpenter lanzó “Sue Me” (demándame), canción que sigue interpretando en vivo. En algunas entrevistas menciona que le causa gracia, ya que mientras escribía la canción aún estaba en juicio. Los siguientes años, después de desvincularse de Hollywood Records, siguió activa en el mundo musical y actoral. Participó en la película ‘Tall Girl’ (2019) de Netflix y protagonizó ‘Cloud’ (2020), nuevamente de Disney. En ambas colaboró en el soundtrack.
Quizás una de las cosas que puso los reflectores sobre Sabrina Carpenter fue el triángulo amoroso en el que se vio envuelta con Joshua Bassett y Olivia Rodrigo en 2021. Olivia compuso “Drivers license”, la cual se cree habla de su relación con Joshua. En uno de los versos hace referencia a una chica rubia, debido a que poco después de su ruptura, el cantante salió con Sabrina.
Semanas después, Carpenter respondió con “Skin”, pero al notar la polémica reacción de la audiencia, publicó un comunicado explicando que esta canción estaba basada en una experiencia pasada. Este lanzamiento la adentró en el Billboard Hot 100 en la posición 48, ayudándola a promocionar su siguiente álbum ‘Emails I Can't Send’. Este nuevo disco marcó un antes y un después en su carrera, alejándola del estilo que hasta el momento había mantenido.
‘Emails I Can't Send’ la llevó de gira por América del Norte y Europa y “Nonsense" fue una de las canciones favoritas. La cantante acostumbró a cambiar el último verso, añadiendo una rima juguetona, cómica y sexual con el nombre de la ciudad en la que se presentaba. Después del éxito del álbum, estrenó una versión deluxe con cuatro canciones más, entre ellas su próximo hit, “Feather”, alcanzando el puesto número 21 en el Billboard Hot 100.
El video del sencillo fue grabado en una iglesia católica, situación que generó controversia y provocó la destitución del sacerdote que autorizó la grabación del video. Sabrina respondió: “Jesús era carpintero” (aludiendo a su apellido Carpenter).
Para continuar con su escalada a la fama, en 2023 acompañó a Taylor Swift como telonera en su gira por Latinoamérica, Asia y Oceanía y cerró el año sorprendiendo a sus fans con ‘fruitcake’, una compilación de seis canciones navideñas. En abril del 2014, Sabrina Carpenter se apoderó de todas las listas con la canción del verano, “Espresso", alcanzando el tercer lugar en el Billboard Hot 100.
Dos meses más tarde, su segundo sencillo “Please, Please, Please" la mandó a la cima de esta lista y el pasado 23 de agosto salió a la luz ‘Short´n Sweet', el álbum que nos tiene a todo el mundo bailando. El video oficial de “Taste”, protagonizada por ella y Jenna Ortega también fue muy bien recibido por el público.
Con un montón de referencias cinematográficas, cada canción es una historia acompañada de humor negro y picardía, estilo ahora característico de la cantante. Después de 10 años, el mundo le permite a Sabrina Carpenter demostrar el potencial que tiene al escribir y componer música.
