
Bob Dylan no necesita presentación, pero aún así, cada nuevo paso en su carrera obliga a detenerse y mirar. Esta vez no lo hace con la guitarra ni con su inconfundible voz rasgada, sino con lápiz y papel. El próximo 18 de noviembre, Simon & Schuster publicará Point Blank (Quick Studies), un libro que reúne alrededor de cien dibujos en blanco y negro realizados por Dylan entre 2021 y 2022. La publicación incluye textos de Eddie Gorodetsky, Jackie Hamilton y Lucy Sante,y constituye un nuevo capítulo en la vasta, inquieta e inagotable obra del legendario cantautor.
A lo largo de su vida, Dylan ha traspasado las fronteras entre lo musical, lo literario y lo visual. Desde que irrumpió en la década de 1960 como una de las voces más poderosas de la canción protesta, su figura se convirtió en un símbolo de transformación y rebeldía. Inspirado por Elvis Presley, Jerry Lee Lewis y Little Richard —a quien llegó a conocer—, pero también por el poeta galés Dylan Thomas (de quien tomó su nombre artístico), Dylan escribió canciones que cruzaban el blues, el country, el rock y la poesía, hasta convertirse en himnos generacionales.
Sus letras, marcadas por la crítica social, la introspección y la metáfora política, lo llevaron a ser un ícono del movimiento contracultural de 1968. Su paso del estilo acústico al eléctrico —y luego hacia la psicodelia— incomodó a algunos pero lo consagró como un innovador incansable. Así, con canciones que hablaban de libertad, injusticia, amor y cambio, Dylan pasó de cantautor a poeta, de voz a símbolo. Y no por nada ha sido galardonado con el Premio Pulitzer, la Medalla Presidencial de la Libertad y, en 2016, el Premio Nobel de Literatura, un reconocimiento sin precedentes para un compositor musical.
El trazo de Dylan: recuerdos, paisajes y emociones
Dylan ya ha plasamado su visión creativa anteriormente en series como The Beaten Path; aquí combina pinturas, dibujos y grabados que representan el paisaje americano, pero sobre todo cómo se siente el recorrerlos. Lo que ofrece ahora no es un simple libro de ilustraciones: es una mirada íntima a su memoria, a su forma de ver el mundo y de trazarlo con la misma sensibilidad que lo ha caracterizado como letrista.
Ha explorado la palabra escrita fuera de la música, el ensayo experimental, el cine, y el dibujo. Point Blank (Quick Studies) es parte de esta inquietud creativa que no conoce límites y es que aquí nos sumergirá en retratos, paisajes y bodegones: desde “amantes en patines” hasta “un canal parisino”, pasando por una armadura, un cantante de karaoke y un rollo de cinta adhesiva.
“El libro demuestra la maestría de Dylan para contar historias, crear atmósferas y provocar sentimientos”, afirmó Sean Manning, editor del proyecto. “Las imágenes son profundamente evocadoras, a la vez inocentes y hastiadas, alegres y desoladas, humorísticas y sensuales, enigmáticas y familiares”.
Que Dylan dibuje no debería sorprender. Lo que hace especial a esta nueva entrega es que, una vez más, nos recuerda que estamos frente a un artista integral. Si sus canciones han llegado a los corazones de millones y han sido estudiadas como poemas, ahora sus dibujos prometen otra clase de lectura: una lectura visual, simbólica y profundamente personal.