José Solorzano 
La unión de dos voces latinoamericanas icónicas de la escena independiente, Sol Pereyra y María Daniela, se unen para crear un “DESASTRE NATURAL”, melodía cargada por un espíritu vibrante que atrae entre sus letras al amor efímero, intenso y arriesgado.
La inquietud y la atracción es un arma filosa que si no es utilizada de manera adecuada puede pinchar la estabilidad emocional de una persona y convertirla en un “DESASTRE NATURAL”, sin embargo, las plumas de ambas artistas narran lo contrario y comprueban que a veces esos huracanes emocionales son gozosos.
La melodía entiende la peligrosidad de las relaciones casuales, pero enaltece el ánimo aventurero que encandila la emoción por entrar en conexiones románticas que aspira únicamente al fracaso.
“Llegaste sin avisar, nadie te pudo parar. Eres como un Torbellino que abrasa y destruye todo a su camino”, dice uno de los versos de “DESASTRE NATURAL” que otorga un sonido alegre a los errores cotidianos del amor.
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La canción no niega la captura de una mala decisión, como lo es liarse con una persona con pocas habilidades afectivas, pero tampoco se arrepiente de haberla tomado; además, reconoce que el amor improvisado potencializado por la química no siempre debe sentirse como un error pues puede convertirse en una experiencia jovial.
Son los ritmos de reggae, pop y electrónica los que liberan la efervescencia de la melodía que encienden al corazón y lo recompone con un mensaje potente: el amor es un juego que destroza, pero igual te avientas a apostar por él.
Compuesta por ambas artistas, “DESASTRE NATURAL” enlaza dos raíces musicales destacadas de Argentina y México para hacer explotar las plumas femeninas y enaltece a la escena independiente; pero también recuerda que la música es un espacio para purificar emociones, desaciertos y malestares de la cotidianeidad.
