'DOPAMINA': la química del amor y la renovación de Cancamusa

'DOPAMINA': la química del amor y la renovación de Cancamusa

El amor, la duda y la renovación entran en choque con la creatividad musical de Cancamusa para ser impregnados en 'DOPAMINA', tercer álbum de la chilena que demuestra su habilidad para recrear escenarios que retumban en las vidas e historias personales de sus escuchas mediante una sonoridad distintiva de cuerdas y metales.

La conformación de la nueva placa de Cancamusa contó con la producción de Natalia Pérez, nombre real de la artista, en compañía de Sinclavi y Julián Bernal, quien también ha trabajado con artistas como Elsa y Elmar, Princesa Alba y Sebastián Yatra. Mientras que la composición lírica vino de la pluma de Cancamusa, acompañada por Bernal en “Check” y “Fue un Adiós”.

A través de 12 tracks, Cancamusa combina el rock pop, el pop melódico y el dark pop, así como algunos tintes de soul y R&B, para indagar sobre el amor romántico, el amor propio y otras inquietudes del análisis personal que configuran un concepto creativo.

'DOPAMINA' tiene su génesis en la neuroquímica humana regulada por estímulos que delimitan los estados de ánimo y las experiencias emocionales, una mística que concede complejidad y potencia a las canciones que reúnen los sonidos característicos de sus antecesores: 'Cisne: Lado Negro' y 'AMOR MÍNIMAL'.

El nuevo álbum de Cancamusa denota la creatividad arrojada en el gusto por crear canciones y conectar con las personas a través de la música, particularidad que se arropa de la cotidianeidad sensorial de la artista, que crea letras y sonidos orgánicos y sinceros, pero todo esto no surgiría sin un poco de dopamina en el cuerpo.

Alta 'DOPAMINA' y bajos niveles de serotonina

De acuerdo con expertos en salud mental, la dopamina está asociada con la motivación, el placer y la sensación de bienestar, mientras que la serotonina es la encargada de regular la ansiedad, el sueño y el apetito en los seres humanos; pero, bajos niveles de esta última están asociados con la depresión y la obsesión.

En relación con lo anterior, Cancamusa forja una compilado de canciones que comparten algo en común: el dolor y la bravura de buscar nuevas rutas para el bienestar propio. Es así como en una metáfora del apego emocional que se tiene por permanecer en el pasado, “Antes de que Apague el Sol” aborda la pérdida de una relación desde una óptica de superación y nostalgia, en la que la artista trata de recordar la importancia de aventurarse a nuevas experiencia, rumbos y decisiones, sin atarse a los sentimientos, personas y situaciones del ayer.

La pluma de Cancamusa arroja una melodía potente que enaltece el tiempo pasado, pero ansía, aunque con miedo, soltar, tomar nuevos rumbos y renovarse; un preámbulo sonoro atinado para  'DOPAMINA'.

Mientras que “Cicatriz” retoma las incrustaciones y marcas sensoriales que las personas dejan tras su paso por la vida de otras para ahondar en la nostalgia y reconocimiento de los cambios que el tiempo otorga a la personalidad y conciencia del ser humano. Con ella, Cancamusa recuerda que las conexiones amorosas y los lapsos de felicidad también tienen fecha de caducidad, pero dejan una huella imborrable en quienes los protagonizan, que se hacen presente mediante los recuerdos, los encuentros o los hábitos adaptados inocentemente.

Al igual que en “Antes de Que Apague el Sol”, la artista elogia las construcciones amorosas del pasado que moldean las nuevas convicciones del presente.

En la misma línea, en “Babel”, Cancamusa encara una infidelidad ficcional a través de la música. Explora la aflicción y el tormento de ocultar el dolor de un amor derrotado por la mentira, mientras entremezcla los esfuerzos por soltarlo y comienza un juego con el autosabotaje.

Con una lírica lúgubre describe una de las cualidades humanas: la contradicción; ama mientras adolece y adolece mientras intenta desatarse.

“Babel” deriva de la palabra “balal”, que en hebreo significa “confundir”, eso es lo que transmite la canción, un estado de confusión ante el dolor causado por la traición amorosa.

En “Fue un Adiós” desarrolla una situación de vulnerabilidad que fluye en paralelo con los sentimientos de indecisión y angustia. Mediante un beat constante, arroja un impulso de renovación para la construcción de nuevas historias que salgan de la órbita del pasado.

La canción es una lanza al aire sin retroceso que extiende con delicadeza la locura de soltar a alguien. No medita sobre una batalla pérdida o finada, sino en una hacía el desarrollo contra sí misma, para lograr atrapar los recuerdos, agradecer y capturar una mejor versión personal: “Una nueva ruta me espera, me pongo inquieta”.

“Trenes” es el track 11 y se convierte en un símil sobre la vida, que recorre el tiempo a través de estaciones convertidas en personas; además, hace un intento por representar la imposibilidad de detener al tiempo: “¿Cómo fue que ya no estás? Si al mirarte, te siento acá”.

Además, distribuye la aflicción por la pluma de Cancamusa para cuestionarse sobre lo efímero de las relaciones en comparación con lo perdurable del dolor. Así como canciones que le anteceden dentro del álbum, “Trenes” explota de amor, pero no ante una situación fortuita, sino una tormentosa, que desencadena la sensación de soledad, añoranza y tristeza.

El álbum cierra con “Por Última Vez”, melodía que refleja la plenitud, gratitud y paz interior con lo tormentoso del amor y su contraparte, así como las luchas internas por sobrevivir a este; es la reconciliación con todos los enlaces químicos formado a lo largo de  'DOPAMINA'.

“Encontré el lugar para hablar y no volver a ocultar. Y aquí siento que la pena en mi pecho hoy va pasando”, dice uno de los versos de “Por Última Vez”.

La mezcla de oxitocina y 'DOPAMINA'

El cuerpo también actúa de maneras muy extrañas cuando se enfrenta a experiencias amorosas, pues desprende una hormona conocida como oxitocina, la cual está encargada de regular el apego, la vinculación social, la confianza y la empatía; en 'DOPAMINA', Cancamusa también construye melodías para la “hormona del amor”.

“En Medio del Desierto” refleja la fase del enamoramiento, en una lírica intensa, placentera y eufórica que deja al descubierto la atracción física, emocional y sexual que se experimenta cuando se transita por dicha estancia del amor. La idealización y la cercanía mental se presenta a través del desarrollo de la canción, que revela las fantasías que una persona tiene frente a alguien que la descoloca a través de la plenitud.

Adicionalmente, predispone un espacio de vulnerabilidad, propio de la fascinación emocional que el desarrollo del cariño y la seducción provocan, esto plasmado en una parte del estribillo: “Quemas como el sol y yo siempre me dejo”.

Con “Dopamina” llama a la atracción, al jugueteo y la firmeza necesaria para lograr un primer contacto entre dos personas; hace vivaz las nociones de misterio, descubrimiento y curiosidad por reconocerse en el otro.

En una afición por inmiscuirse en el amor romántico, la canción homónima cuenta con la colaboración del letrista y cantautor chileno, Gepe; única colaboración de la placa. El acompañamiento vocal atrapa entre sus sonidos las sensaciones nacientes de los encuentros fugaces, pero emocionalmente intensos.

La canción homónima reúne admiración, muchas veces expresada de Cancamusa hacia Gepe, y profesionalismo transmitido en la alianza vocal de ambos para generar una atmósfera eufórica del amor. 

Por su parte, “Quédate” delata la fascinación de estar cerca de una persona con la que hace resonar la adoración y la querencia; describe como los amores sobreviven a la distancia y las rutinas diferenciadas, que se convierte en una oportunidad para conservar siempre el anhelo de volverse a encontrar.

La pasión sobrepasa lo físico, es así como echar de menos a alguien se convierte en una lógica funcional que seduce y empuja al disfrute del cariño en “Quédate”: “Me escapé un rato de tu piel; me erizas con tus besos todo el día”.

Mientras que “Reviví” y “Te conocí” celebran la llegada del amor, sin reproches ni privaciones.  

Las rutas sorpresivas que confecciona el amor están en “Reviví”, una melodía que refleja la experiencia común del enamoramiento. En ella se invita a despertar las emociones que se creían finadas, dar apertura a los sentimientos pausados o renegados y propiciar al tiempo de subjetividad, vaciada en aquella alteración del tiempo que hace que los momentos más agradables se sientan de menor duración.

“Eres la luna, yo tu ternura en noviembre. Y sin pensarlo, ya pasó un año; es diciembre”, dice “Reviví”.

En “Te Conocí” se relata la historia de un amor juvenil y venternero de emociones, sin dejar de lado que el sencillo se convierte en el reflejo del proceso de la inocencia del amor y las relaciones humanas: “En la banca de un recreo estabas solo con tus dedos inventando los acordes para entrar en mis canciones”.

Endorfina y 'DOPAMINA' en Check

Los momentos caóticos de la vida también son aprendizaje, algunos que dejan huella para siempre y forman la personalidad de las personas, muchos de ellos están relacionados con el estrés y el dolor, para lo que el cuerpo humano produce endorfinas, hormonas funcionales que actúan como analgésicos naturales que generan euforia y bienestar; eso se reúne en “Check”.

Cancamusa realiza una introspección melancólica, mediante una lírica que pretende explorar los frecuentes sentimientos aprisionados por la búsqueda de la identidad, que transmuta, desaparece o estabiliza por episodios caóticos de la propia existencia humana. Tiene relación con aceptar nuestra historia y origen, así como las dificultades, los obstáculos y las contradicciones que aparecen a lo largo de la vida.

Con “Check” se busca retratar la resiliencia y lo importante que es el amor propio. Una melodía necesaria que abraza la esencia de la artista, pues musicalmente el sencillo explota por completo la faceta y talento de Cancamusa como baterista, un acompañamiento reluciente y reforzador del sentimiento de ímpetu por encontrarse.  

'DOPAMINA' es cercano con el dolor y el amor. Es un atajo sensorial para reflexionar sobre lo que aqueja, enfurece y atormenta, pero también para lo que nutre, apacigua y satisface.

El camino a la sensación de felicidad pura está lleno de una diversidad de rutas, una multitud de dificultades y un conjunto de miedos en los cuales las personas deben perderse, encontrarse, romperse en mil pedazos y construirse nuevamente; todo lo anterior es  'DOPAMINA', una hormona sonora que inyecta motivación, movimiento y placer en cada una de sus construcciones auditivas.

En 'DOPAMINA' el amor explota, la conciencia florece y el desamor apacigua, pues este último no se resbala por la línea temática del fracaso, sino por la de la gratitud, la nostalgia beneficiosa y el enfrentamiento de las dificultades a través de la convicción del bienestar que en conjunto impulsan la evolución personal; 'DOPAMINA' es un abrazo musical que susurra entre sus letras un buen porvenir.