Entrevista con Ivana: La psicología del bedroom pop

Entrevista con Ivana: La psicología del bedroom pop

Detrás de todo los infortunios que ha traído la pandemia mundial por COVID-19, también se ha presentado como un momento de florecimiento creativo y el periodo en el que han emergido nuevas propuestas en la industria nacional, aún con las limitantes de estos momentos de incertidumbre y distanciamiento obligado, tal y como lo ha logrado Ivana

Ivana es una artista regiomontana que lleva algunos años compartiendo, a través de sus redes sociales, ejercicios musicales íntimos que anticiparon su inminente profesionalización en la música, misma que fue efectuada el pasado mes de octubre con el lanzamiento de sencillos y de un material Extended Play.

Tras la publicación de su EP debut titulado Ausente, la compositora del norte de México se mostró como una revelación en la escena nacional del bedroom pop y ganó un amplio reconocimiento gracias a canciones como “Perdón (Acabo de ver tu llamada)”, “No Estoy”, “Quédate”, entre otras.

Después de unos meses de haber editado este mini álbum, Ivana regresa con un tema inédito titulado “Si Nos Volvemos a Encontrar”, a través del cual reflexiona el desapego y abraza el crecimiento emocional, para dejar atrás  las personas con las que ya no congeniamos nunca más.

Con motivo del estreno del track, en Naufraghost tuvimos la oportunidad de entrevistar a la cantautora, quien nos detalló los sentimientos detrás de su música, su semblanza con la formación psicológica, el procesamiento de las emociones a través del arte, la rápida evolución que ha manifestado su proyecto y más.

La rápida evolución artística y emocional de Ivana 

¿Cómo va tu lunes?

Muy bien, tranquilo. Es el primer lunes tranquilo después de mucho tiempo.

¿Por qué lo dices?

Con las clases ha estado muy pesado. He tenido mucho trabajo con las clases. Pero este lunes no tengo tarea. Bueno, sí tengo pero menos.

¿Qué estudias?

Estudio psicología. Ahorita estoy llevando prácticas, entonces está más pesado de lo normal. Pero está bien. 

Es muy interesante, por la semblanza emocional que hay en tu proyecto. Justamente estás promocionando “Si nos volvemos a encontrar”, un nuevo sencillo. ¿Qué te ha llevado a conectar con ese sentimiento de desapego y de aceptación de una relación que no da para más?

La escribí para mí, para darme cuenta. Siempre me ha costado mucho soltar a la gente. Es algo que se me hace muy difícil, lograr aceptar que no es la misma persona que fue cuando nos conocimos. Está bien entender que ya no conectas con las personas como lo hiciste en su momento. Me la escribí para decir: ‘Ivana, ya, no es lo mismo”. 

¿Cómo ha funcionado esa evolución para aprender a soltar? 

No sé si se soltará todavía pero, la idea que una persona cambia y así, está bien, ya la tengo. Ahora se trata de cómo lograr mentalizarme de forma más profunda.

¿Cómo surgió este sencillo tan rápido, después de que has sacado un EP, tan pronto?

La escribí durante el tiempo que estaba saliendo. El EP lo escribí antes de la pandemia, antes de empezar a grabar en el estudio en el que estoy ahorita. Creo que es la primera canción que sale, la cual escribí con un poquito más de conocimiento como escritora. Y sólo un poco más, no me considero con mucho conocimiento, pero conecto más con la manera de escribir de esta canción que con las anteriores. Estoy muy emocionada por empezar a sacar cosas nuevas porque sí eran canciones muy viejas, pero me encantan. Estoy muy emocionada por seguir evolucionando en el sonido. 

Y es interesante hablar de evolución en tan poco tiempo. Pues, aunque llevas unos años ya haciendo música, recientemente lo hiciste de manera profesional, ¿cómo ha sido este proceso de crecimiento?

Creo que he aprendido mucho tanto artista como compositora y también como persona.  Siempre he sido excesivamente penosa y es difícil ser penosa y artista. Creo que poco a poco se me ha ido quitando. También para comunicar sonidos y cosas que quiero en el estudio, también me cuesta mucho. No he crecido pero estoy creciendo en ese sentido. 

Es curioso porque pienso que la personalidad introvertida es bastante frecuente en la mayoría de los artistas.

Sí, de hecho a mí me sorprendió mucho eso. Porque muchos artistas muestran una imagen muy extrovertida, muy sociable. Los artistas que he conocido batallan a diferentes niveles o prefieren estar solos. Se me hizo muy loco, siempre pensé que todos los artistas eran demasiado extrovertidos y yo no. Pero ahora no me siento tan fuera de lugar, no siento que tengo que cambiar, sólo salir de mi zona de confort. 

Y vaya que lo estás haciendo. En otros temas, ¿cómo es que sabes que ha llegado el momento en el que te dispones a crear música? Quizás ese instante en el que te llega la creatividad.

A mí me gusta mucho escribir. Desde la primaria cargo con una libreta y escribía puras cosas que se me ocurrían, ahora las leo y me parecen terribles. Cuando empecé a escribir letras fue entrando a la preparatoria, porque escribía como poemas, antes de eso. En ese entonces, cuando me gradué de la secundaria, mis papás me regalaron un ukulele. Después de ahí me fueron pasando cosas que me inspiraban, como la primera vez que salí con alguien y fueron pasando cosas que me inspiraban más. 

Hablando un poco más de esa etapa del pasado de tu carrera, me he puesto a ver los primeros videos que compartiste en tu cuenta de Instagram, en los que apareces tocando con un teclado al interior de tu habitación.

Al mirarlos no pude dejar de pensar en Grimes y en preguntarme si acaso hay una faceta más electrónica de tu proyecto. Porque, si bien tus canciones están plagadas de melodías de sintetizador, también creo que tu música tiene potencialidades dance, para bailar o orientarse hacía algo más relacionado con el pop electrónico. ¿Te gustaría llegar a eso?

No sé si a lo electrónico, nunca he escuchado mucho música electrónica. No estoy cerrada a ningún género. Me gusta mucho la idea de experimentar con sonidos y, si en algún punto quiero hacer música electrónica o cualquier otro género, me lo permitiré. Porque, cuando empecé a hacer música, pensé que sería más acústica. Ahorita me gusta mucho la idea de hacer, quizás, una canción que suene mucho a un pop que nunca he hecho. No lo he considerado pero estoy muy abierta a la idea. 

Hace un rato hablábamos de tu semejanza con la psicología. Pienso que en tu música la tristeza y el “bajón emocional” son una especie de hilos conductores. ¿Cuál es tu relación con estos sentimientos y cómo se conectan tus emociones y tu proyecto desde la perspectiva que tienes gracias a tu formación psicológica?

La psicología me ha ayudado a conocerme, no sé si me ha ayudado mucho a escribir, pero yo creo que sí a través de conocerme más. Sobre la música triste, por eso mismo es que la música es una manera de desahogarme y de darme cuenta que no estoy sola, creo que por eso es tan triste. Cuando estoy feliz normalmente salgo con mis amigas y les cuento a ellas pero, cuando estoy triste, me encierro y escribo canciones.

¿Y en estos momentos estás trabajando en nueva música?

Tengo demasiadas canciones acabadas, que escribí y ni siquiera hemos grabado. Ni siquiera estoy segura de cuál sigue, hay muchas que ya terminé. Cada vez que escribo una nueva, estoy un poco más satisfecha de como queda y es algo muy padre porque cualquier artista tiene momentos en los que eso no pasa. A veces es todo lo contrario, cuando cada canción que escribo me deja menos satisfecha y tengo rachas malas. Pero ahorita estoy feliz de estar sintiendo que me encuentro en un momento de crecimiento en la música y como artista.