
Un día como hoy pero de 1989, la reina del pop presentó uno de los discos más catárticos y personales en su trayectoria musical. Con pasajes que transitan desde su niñez hasta su desarrollo como una artista madura, Like a Prayer es un punto de inflexión en la vida de Madonna con el cual transgredió las expectativas de la industria y del público sobre lo que una artista de pop femenina podía lograr.
En el otoño de 1988, Madonna atravesaba por situaciones personales que cambiaron por completo su vida y la percepción que el público tenía sobre ella y su música. En esos momentos de transición, también se encontraba en el estudio con Stephen Bray y Patrick Leonard, con quienes colaboró en True Blue de 1986.
El arte en medio de la catarsis:
La educación católica que recibió desde niña, la muerte repentina de su madre y su destructivo divorcio con el actor Sean Penn llevaron a la reina del pop a experimentar episodios de vulnerabilidad que pronto se convertirían en un rotundo éxito para su carrera musical.
El 21 de marzo de 1989, Madonna publicó Like a Prayer, su cuarto material discográfico y también el más introspectivo y autobiográfico. Según explicó la cantante, se trataba de un álbum acerca de su madre, su padre y su familia. A pesar de ello, Like a Prayer también fue un disco polémico debido a la temática religiosa que abordó en la canción y videoclip que dan nombre al álbum en el que se muestra a Madonna como una joven temerosa que entrega su fé y su cuerpo a Dios.
Además de la crítica a la supremacía blanca y el racismo, también introdujo bases litúrgicas y modificó el contexto para que estas tuvieran un doble sentido. Acompañada de cánticos corales, Madonna combinó el éxtasis religioso con el sexual. ''Like a Prayer'' fue aclamada por la crítica e incluida en numerosas listas de las mejores canciones en medios como Rolling Stone, Blender y NME.
Comercialmente, el single resultó un éxito total. Sin embargo, el discurso de la cantante fue acusado de blasfemia por la iglesia católica, quien condenó el video y protestó en contra de su transmisión. La presión de los grupos religiosos también provocó que Madonna perdiera un contrato publicitario con Pepsi.
En medio del éxito y la controversia, la reina del pop lanzó ''Express Yourself'', un poderoso himno de empoderamiento femenino con toques de dance pop que rompió con el concepto de ''chica material’’ que la industria musical tenía sobre ella. El video fue dirigido por David Fincher en 1989. Inspirado en Metrópolis (1927) de Fritz Lang, el cineasta predijo la estética de los años 90 e hizo de este uno de los videoclips más costosos en la historia de la música.
Canciones como ''Oh Father'', ''Promises To Try'' y ''Keep It Together'' revelan los sentimientos de la cantante en torno a sus vínculos familiares. ''Oh Father'' profundiza en la relación ambivalente con su padre: ''No puedes lastimarme ahora. Me alejé de ti aunque nunca pensé que lo haría. Una vez tuviste el poder pero ahora no puedes hacerme llorar’’.
Por otra parte, en ''Promises To Try’’, Madonna relata el dolor y la soledad por la que atravesó después de perder a su madre en la infancia.La violenta relación que mantuvo con Sean Penn fue una fuente de inspiración para ''Till Death Do Us Part’’, en la que describe la naturaleza circular del abuso disfrazado de ''amor''.
El álbum debutó en el número once en el Billboard 200 y en menos de tres semanas se colocó en el número uno, lugar en donde permaneció por más de un mes. Los sencillos ''Express Yourself'' y ''Cherish'' alcanzaron el número dos en el Billboard Hot 100, aunque "Oh Father'' fue su sencillo menos exitoso desde 1984, alcanzando el número veinte.
Para complementar el éxito artístico y visual de este álbum, Madonna colaboró nuevamente con Fincher, quien también dirigió el video musical en blanco y negro de ''Oh Father'', en el que se aprecian las fuentes de inspiración tomadas de Citizen Kane (1941) de Orson Welles, una obra maestra de la cinematografía. Los videos musicales del álbum obtuvieron siete nominaciones en los MTV Video Music Awards de 1989, incluyendo video del año por ''Like a Prayer'' y mejor video femenino por "Express Yourself". El videoclip de "Oh Father" fue nominado al mejor video musical de formato corto en los Premios Grammy de 1991.
Antes del lanzamiento de este álbum, Madonna ya era una figura indispensable en el espectáculo y canciones como ''Like a Virgin'' o ''Material Girl'' dejaban en claro que el mundo estaba frente a una artista dispuesta a romper con los prejuicios en contra del pop femenino.