TRST, el synthpop gótico de Robert Alfons y Maya Postepski

TRST, el synthpop gótico de Robert Alfons y Maya Postepski

Este 28 de febrero se cumplen 10 años del lanzamiento de TRST, la carta de presentación del proyecto de Robert Alfons y Maya Postepski, con la cual, a través de sintetizadores obscenos y melodías oscuras, destacaron de la escena electrónica canadiense y trascendieron al reconocimiento internacional. 

Canada desde inicios de siglo, se ha manifestado como un semillero de propuestas electrónicas independientes conectadas a través de sonoridades sombrías. Entre los proyectos más distinguidos del territorio podemos mencionar a Crystal Castles y Grimes.

En medio de la proliferación musical de la escena de Toronto nació TR/ST, un proyecto conformado por el vocalista y compositor Robert Alfons y la baterista Maya Postepski, quienes lograron conectar a través de clubs y presentaciones de Austra, agrupación en la que también participa Maya

En 2011, TR/ST lanzó “Candy Walls” el sencillo debut de la banda bajo el emblemático sello Sacred Bones. El éxito de la canción creció exponencialmente y se convirtió de forma instantánea en una propuesta popular entre los internautas seguidores del dark wave. 

Fue gracias a la balada synthpop de su primer track que Robert y Postepski consiguieron un contrato con una empresa de gestión más reconocida y fueron adoptados por Arts And Crafts. Esta nueva alianza les permitió producir su primer compilado de estudio, basado en las composiciones que había realizado el vocalista durante sus experimentos amateur y complementado por la experiencia que el baterista había adquirido gracias al trabajo con su proyecto principal. 

Entonces nació TRST, un material de 11 cortes inéditos y consistentes, en los que la banda homónima depositó toda la potencia de su sonido electrónico y el carácter que ha perpetuado la esencia de su música hasta sus lanzamientos más recientes. 

TRST, el synthpop gótico y vulgar de Robert Alfons y Maya Postepski

El primer reto de Alfons y Maya tras el lanzamiento del álbum fue ser distinguidos de la oleada de sintetizadores canadiense. Este desafío lo retoma perfectamente la reseña que hizo Pitchfork del álbum, en la cual señala paralelismos entre TR/ST y la banda, en ese entonces, integrada por Ethan Kath y Alice Glass. 

Pero las comparaciones pueden ser contundentemente refutadas a partir de la canción que abre el álbum: “Shoom”, una travesía que se sumerge progresivamente a las penumbras, en un viaje orquestado por el peculiar y versátil rango vocal de Robert Alfons. Es una composición inquietante y paradójicamente adictiva. 

En una entrevista del 2012 con Scott Wood, el vocalista declaró que “A veces el álbum se siente como un mix para strippers”, y no pudo describir mejor esa imagen acústica que provoca la escucha del material y que además se reitera a partir de su portada, sobre la que aparece una mujer robusta de indumentarias góticas. 

TRST suena a una celebración decadente, vulgar y glamorosa. A una especie de mixtura inesperadamente funcional de la Britney Spears en “Gimmie More” y los Depeche Mode de “World In My Eyes”; es erótico, pegajoso y opulento, pero también es sucio y desfachatado. 

Mientras “Heaven” podría sonar en tu entrada al paraíso o durante un trip ácido, “This Ready Flesh” acompañaría perfectamente tu momento más libidinoso o tu mejor experiencia sexual. Y “Sulk” sería el soundtrack perfecto para el desenlace de una velada llena de vicios y satisfacciones. 

En la actualidad, Maya es tan sólo una colaboradora eventual de TR/ST. La responsabilidad del proyecto ha recaído completamente en Alfons y en sus compañeros de banda durante las presentaciones en vivo. Robert ha negado en diversas ocasiones la identidad lóbrega de su música y la ha reducido a pop a secas, sin pretensiones. Sin embargo, es innegable que su material debut refrescó las reminiscencias darkwave de su escena de origen y construyó los cimientos sobre los que se ha levantado la popularidad de TR/ST, como uno de los actos dance más emblemáticos de los escenarios mundiales.