De vuelta a la juventud - Entrevista con Q69K

De vuelta a la juventud - Entrevista con Q69K

Luego de una larga pausa, la banda nicaragüense Q69K está de regreso con más potencia que nunca. Música nueva, escenarios más grandes y el hambre intacta de recuperar el tiempo perdido marcan esta nueva etapa para la agrupación.

Tras el éxito de su primera presentación en México, Q69K comienza a perfilarse como una de las propuestas con mayor proyección dentro del rock punk latinoamericano. Para conocer todos los detalles de este épico regreso, platicamos con Erwin, líder de la banda, sobre su retorno, la conexión con el público mexicano y la música que viene en camino.

Hace un par de años marcaron su regreso oficial como agrupación; sin embargo, antes de esa pausa ya contaban con una amplia trayectoria. ¿Cómo se siente estar de vuelta a la acción después de tanto tiempo?

La banda existe desde 2001. Estuvimos muy activos en Nicaragua y Centroamérica durante 13 años, luego hicimos una pausa de casi 10 y regresamos oficialmente en 2023. El regreso se dio a partir de un concierto llamado Rock Vibes, junto a Allison y Kudai, una onda súper dosmilera.

Siempre me gusta ver a las bandas como si fueran personas construyendo su vida. En sus inicios son como bebés, y cada paso forma parte de su crecimiento. Q69K también empezó así y hoy, si lo piensas, estaría terminando la universidad… algo cabrón, ya debería estar buscando su primer trabajo serio.

¿Pensando en si ejerce la carrera o no? (risas) Exacto, muy probablemente lo estaría considerando y muy en serio (risas).

Después de ese show, que funcionó como punto de partida, ¿cómo han sentido el regreso y la respuesta del público?

Fue sorprendente, la verdad. Había unas 2,500 personas y todo el mundo estaba súper prendido, tanto con las otras bandas como con Q69K. Fue muy bonito volver a tocar canciones clásicas como “Deseo”, “La Rutina Cansa” o “Sin Control” y ver a la gente corearlas después de tantos años. Es una emoción indescriptible.

Ese concierto marcó un punto clave para esta nueva etapa. Si ya estábamos motivados, eso nos impulsó aún más a meterle ganas, a componer, a buscar nuevos espacios. En Nicaragua y Costa Rica nos va muy bien, pero ya queríamos salir de Centroamérica y llegar a nuevos lugares.

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Y dentro de esos nuevos horizontes está México, ¿no?

Sí, tocar en México ha sido una locura. Mucho de eso se dio gracias a personas increíbles como Fear, de Allison, quienes nos guiaron en este nuevo camino. La aceptación ha sido espectacular; de hecho, México es actualmente el país donde más nos escuchan en Spotify, así que no podríamos estar más felices.

En junio tuvimos la oportunidad de dar dos conciertos grandes: le abrimos a Tolidos en el Fuck Off Room y a partir de ahí surgieron más oportunidades. Para febrero del próximo año estaremos en el Vamos Otra Vez Fest en Querétaro, León y San Luis Potosí, así que ya nos estamos preparando.

Siempre se dice que México tiene el mejor público del mundo, y no lo pongo en duda. La forma en que la gente se entrega es única; te deja con ganas de volver una y otra vez.

A pesar de su trayectoria previa, esta fue su primera visita a México. Da la sensación de que el público los hubiera estado esperando.

Totalmente. Fue nuestra primera vez y fue una sorpresa enorme. Tuvimos la fortuna de compartir escenario con grandes bandas y en venues importantes, pero lo que más nos sorprendió fue la calidad humana. Hicimos grandes amigos, no solo en lo musical, sino también en lo personal.

El público es muy especial: en cada ciudad cantaban, bailaban y se generaba una conexión increíble. Jamás imaginamos que tanta gente conociera nuestras canciones y las cantara de principio a fin.

Todo este trabajo se ha reflejado en números y redes sociales. Se está formando una comunidad hermosa de mexicanos, nicaragüenses y costarricenses. Para nosotros es como empezar de cero, pero con más experiencia y claridad (risas).

Se siente que están formando parte de la fuerte comunidad de rock punk en México, junto a bandas como Allison, Tolidos o Chingadazo de Kung Fu.

Muchas gracias. La verdad es que sí nos sentimos parte de esa hermandad punkera mexicana. No somos los primeros en lograrlo; bandas como Don Tetto o incluso Kudai en su momento tuvieron un gran impulso aquí. Creo que ahora era el turno de unos nicaragüenses.

Hace unas semanas lanzaron “Historias que vuelven”, un tema que remite mucho a la nostalgia.

Para mí también es muy especial. Representa una nueva etapa en Q69K, no solo por la letra, que habla de empezar de cero, de abrazar las segundas oportunidades y no tenerle miedo al cambio, sino porque también marca un punto importante a nivel interno.

El guitarrista con quien fundé la banda decidió tomar otro camino, así que este es el primer tema que compongo solo. Claro, con el apoyo de mis compañeros actuales: Tony, nuestro baterista, estuvo conmigo en todo el proceso. Luego llevamos la canción a Picapiedra Records, el estudio de Pedro Regalado y Pablo Garay, de Pedro y el Lobo, quienes la produjeron.

Buscábamos ese sonido fresco que te transporta a la secundaria, a esos viejos tiempos, y creo que lo logramos.

¿Qué planes tienen ahora? ¿Viene más música nueva?

—Sí. En octubre estaré en Ciudad de México para producir un segundo tema con Pedro y el Lobo. Aún no tiene nombre oficial (risas), pero durante la maqueta le pusimos “El himno de los rucos”, o más bien de los chavorrucos.

Es una canción para quienes estamos entre los 30 y 40 años, que habla de no rendirse, de que la edad es solo un número y de que hoy podemos sentirnos más fuertes que nunca. Es un tema happy punk, muy energético, y estoy seguro de que con la producción va a crecer muchísimo.

La idea es lanzarlo a inicios de noviembre y cerrar así un ciclo de canciones que formarán parte de un EP titulado “Historias que vuelven”, con temas grabados en Los Ángeles, Nicaragua y México.

En este momento nos sentimos como un volcán: estuvimos inactivos por muchos años y ahora estamos en plena erupción, creando, planeando y soñando en grande. Y eso, la verdad, me encanta.