‘Night Life’: The Horrors encuentra su lugar en las sombras

‘Night Life’: The Horrors encuentra su lugar en las sombras

Han pasado casi 20 años desde que The Horrors irrumpió en la escena alternativa del Reino Unido con sencillos como “Sheena Is a Parasite” y “Draw Japan”, cuya huella sonora fue adoptada por un amplio espectro de la subcultura juvenil oscura; la agrupación logró musicalizar manifestaciones tanto góticas como emo a nivel global.

Desde entonces, el antiguo quinteto originario de Southend, Inglaterra, ha oscilado por diferentes territorios musicales de las penumbras. A veces más luminosos como en ‘Skying’ (2011), y en otros momentos con una brutalidad casi comparable a la de los Nine Inch Nails más frenéticos, tal cual se puede escuchar en los EP ‘Against the Blade’ y ‘Lout’ (2021).

Para su sexta placa discográfica, la alineación liderada por Faris Badwan parece haber encontrado su lugar dentro de las artes oscuras; un esfuerzo que es resultado del equilibrio de todas sus facetas.

‘Night Life’, The Horrors abraza su identidad en camino a dos décadas de trayectoria

En ‘Night Life’, las novedades no solo aparecen con los tracks inéditos, también es el primer álbum de la banda con una nueva alineación de cuatro integrantes: Faris Badwan en la voz, Rhys Webb en el bajo, Amelia Kyd en los teclados y voces de acompañamiento, y Jordan Cook en la batería.

Respecto al sonido, los riesgos entre atmósferas dance más profundas y el factor industrial son más sutiles que en ejercicios anteriores del repertorio de The Horrors. Tracks como “Ariel”, que abre el LP, y “Lotus Eater”, integran de manera balanceada los pasajes vocales de Badwan y los acercamientos a la música de club.

En realidad, hay una exploración imperante a lugares que resultan familiares. Así sucede en la enérgica “Trial By Fire” y en “Silent Sister”, que bien hubiera podido aparecer en el listado de temas del ‘Ultra’ (1997) de Depeche Mode.

En palabras de los ingleses, ‘Night Life’, a nivel discursivo, no es un material que explora únicamente la vida nocturna de la celebración y la euforia. Si bien, a nivel instrumental es un proyecto más apegado a las composiciones de las pistas de baile, su objetivo es reflexionar sobre “los pensamientos que surgen en la oscuridad cuando el resto del mundo duerme”.

El argumento sobre el que The Horrors levanta su nuevo trabajo de larga duración, proyecta luz encima de un periodo de madurez y consolidación para la banda, al despegarse de la tendencia global atravesada por la cultura rave, y profundizar sobre el recorrido musical emprendido desde su formación.

La sensación de digerir ‘Night Life’ puede compararse a la experiencia tras escuchar “The Silence That Remains”, el lead single, tras su lanzamiento. Para todo fanático de “los horrores” fue sorpresivo tener ante sus oídos la voz de Amelia por primera vez, pero encontró un lugar seguro y atractivo en esa reminiscencia progresiva a “Sea Within a Sea”.

Indudablemente, es un álbum digno para preparar los festejos por dos décadas de carrera musical - y para que esos goth y emos dosmileros se abracen y reconozcan como uno mismo al ritmo de The Horrors-.