Cultura Profética está de regreso con “Para Mí”, un delicioso reggae de Willy Rodríguez, líder y vocalista de la agrupación, que lleva plasmado el sonido patentado por la más grande agrupación de reggae de Latinoamérica.
Para la banda ganadora del Latin Grammy, este lanzamiento llega igualmente cargado de mucha emoción tras el mega éxito internacional que tuvo el tema “Solo un eco” a principios del 2023.
Con todas estas emociones encontradas, platicamos con Willy sobre todos los detalles del reciente single y sus próximos planes con el proyecto.
“Para Mí”, habla sobre la esperanza de encontrar a una persona, al amor… ¿Qué tan complicado es escribir y hacer música sobre la esperanza?
Definitivamente, uno, en esta contemporaneidad, se puede ir por el hoyo negro del pesimismo, porque la verdad que está de la pinga lo que está pasando en muchos sectores de la vida, del planeta, de la humanidad, pero, como yo siempre digo, si nosotros perdemos el sueño, ¿quién?
Tenemos que seguir sembrando esperanza, tenemos el don de la música y tenemos las ganas de que las cosas cambien, tenemos hijos para prometerles futuro, entonces toca. No podemos claudicar y dejar la esperanza de un lado. Siempre digo que este proyecto fue un proyecto de soñadores, y no solo de los soñadores que lo ejecutan, sino que somos la voz de un montón de otros soñadores que sueñan en un desarrollo sustentable, en igualdad de derechos para los niños, para las mujeres, los ancianos, de que sí se puede ¿sabes? Definitivamente, las cosas están mal distribuidas en este planeta y eso también hay que mirarlo, entonces, pues tenemos la esperanza.
Nos toca trabajar, pero puedo entender, porque quizás a algunas personas se les haga difícil, porque coño, miras para el lado y se te quitan las ganas de mucho, si te dejas llevar por eso, pues…
Sobre el significado que se le puede dar a la canción, dos cosas: ¿Qué comentarios han recibido de la gente? ¿Alguien los ha sorprendido con algún significado que ustedes no se esperaban, pero que consideraron interesante?
Voy en orden. “Para mí” es una canción que tiene un poco el aura de las canciones que están en ‘La dulzura’, como que tiene un poquito de ese feeling y está inspirada también en esa flor que tiene ‘El Principito’, su única flor, la súper cuida y habla con ella. Todo viene de ahí, ¿dónde está la flor? Pero ‘Para mí’, a mí me sorprende de esa canción que todavía la escucho, que la he escuchado millones de veces y me sigue generando imágenes, voy escuchando y de repente me encuentro a mí mismo pensando en una o imaginándome lo que está hablando la canción con otro trip en mi propia imaginación, y eso la hace un tema poderoso que te puede estimular imágenes.
Entonces siento que está súper bien logrado en ese sentido y todos estamos bien contentos. A todos nos ha subido esa canción y es de las favoritas de la discografía completa. Y sí, definitivamente hemos visto que de repente aparece un chamaco, una chamaca y reinterpretando una canción nuestra como súper en otra cosa, en otra onda y es como que ‘wow, jamás me pensaría esto’.
La canción viene con un video dirigido por Natalia Montecinos, ¿cómo fue la experiencia de grabar el video y lograr que las ideas de la canción quedaran plasmadas en él?
El video viene desde una interpretación femenina, es una directora quien ejecuta el video y nos gustó porque es un poco surreal la manera en que ella quiso expresarlo, y también un poco jugar no solo con lo desconocido sino lo inalcanzable. Yo creo que ella lo hizo de una manera muy sutil y muy tripiosa. El video te estimula otra historia, complementa lo que la canción busca comunicar.
Fue una súper linda experiencia, la verdad que sí, como que en todo momento que estamos allí filmando era como que ‘wow, este video promete’. Recibimos propuestas de diferentes directores de diferentes lugares de Latinoamérica y esta chica fue la que le dijimos: ‘sí’.
Cultura Profética, la evolución de la comunidad
¿Qué cambios han tenido en su proceso creativo al momento de componer con el paso de los años?
Es bien difícil tú decir “yo voy a hacer una canción de esto” y que te salga. Generalmente, cuando lo planificas así, lo que te sale es una cursilería profesional. Más bien, yo creo que los buenos productos musicales nacen del juego. Si tú le tiras a una idea que tienes, a un germen de idea que tengas, si tú le sigues abonando, eso sigue creciendo y se convierte en algo bien chévere. Yo he intentado algo como “ah voy a hacer una canción sobre mis hijos” y empiezo a escribir y nada.
Más bien es como que ¡pum!, viste algo y la escribes, y sobre ese primer chispazo que tuviste, o alguien dijo una frase, y tú dijiste ‘wow qué frase potente’, y la conviertes en otra cosa, la desarrollas. Ese es como un proceso más real, más nuestro. Entonces, mientras se va desarrollando esa escritura, quizás se van desarrollando al mismo tiempo las melodías, los acordes.
Muchas veces también, nosotros tocando o improvisando, sale una secuencia que nos gusta, la grabamos, ya sea con el teléfono, lo que sea, la documentamos y después decimos “ah mira, empecé a escribirle una letra a eso”.
El proceso creativo como que siempre lo dejamos mucho a un chispazo, que llegue y a seguir desarrollando. Es bien diferente lo que te estoy diciendo a esperar la musa, esa también hay que trabajarla porque si no te llega la musa en 20 años te jodiste (risas). Cualquier cosa te puede estimular, por ejemplo, servir una botella de agua y que te moje una carta que estás escribiendo. Por ahí desarrollamos “La carta que nunca llegó”, así se llama la canción. Obviamente, para que eso llegue hay que vivir y hay que salir, si tú te quedas en tu casa todos los días, pues no estás expuesto a la vida y al mundo. Viajar a nosotros nos alimenta muchísimo, esa canción para mí depende brutalmente de nuestro pasado en la gira.
¿Alguna vez han pasado por un momento en donde no les llegue la inspiración?
Nos pasó en el 2003, ahí no solo estábamos en ese momento, sino que hubo una coyuntura, porque perdimos a un miembro fundador importante de Cultura Profética, que fue el tecladista Iván Gutiérrez. Él se fue de la banda y nosotros como que medio sin saber dijimos: “bueno, tenemos que hacer un disco nuevo, estamos sin él, ¿qué hacemos?”. Ah bueno, pues nos dieron la idea de irnos a vivir a México para componer este disco que se llama ‘Mota’.
En Puerto Rico había un estancamiento, políticamente era un momento en el que no estaba pasando nada, como nosotros le decimos que había una dormilona, no estaba pasando mucho, no estábamos tocando mucho y dijimos ‘vámonos para México’.
Ahí se armaron unos toques que nos dieron como para sobrevivir al principio, el plan era irnos dos meses, pero nos quedamos cinco. Yo siento que, ya después de eso, no nos hemos vuelto a quedar en un estancamiento como ese. Fue la mejor decisión porque eso nos dio muchísima perspectiva, tuvimos unas vivencias como colectivo, como familia, se abordaron unos temas en conversaciones muy importantes de cómo llevarnos nosotros, se limaron muchas asperezas, fue una experiencia hermosa.
Si tú tienes un grupo de artistas o tienes una banda y tienes la posibilidad, aunque sea por medio año, de irte a vivir a cualquier otro lugar que no sea el tuyo, que tenga los accesos limitados, que vivas un poco de dificultad, todo eso ayuda a ver si de verdad estás, es como las parejas, cuando estás en las malas, ahí es que tú sabes si tu pareja es la que es.
Apenas tuvieron la oportunidad de tocar en el Festival Cordillera, ¿qué tal la experiencia con los últimos conciertos que han tenido?
Al principio del año, la primera mitad del año, no estuvimos tocando mucho porque estuvimos dedicados a la composición y a la grabación, pero ya a mitad de año, del verano para acá, tuvimos unos shows en Centroamérica. Hicimos El Salvador, Guatemala, Honduras, teníamos más de 5 años que no íbamos a esos lugares y la energía fue extremadamente potente y linda. Eso se ha mantenido, o sea, tenemos una gira súper positiva en todos los lugares que llegamos.
Estuvimos en Colombia, ahí hicimos tres ciudades: Cali, Medellín y Bogotá y llenas, el público nos muestra su amor desde que arrancamos en el show y entonces la energía sigue creciendo. Al final es un éxtasis colectivo y sanador, tanto para nosotros como para el público, así nos lo describen. Ha sido muy lindo el arranque de esta gira este año, no esperamos menos de lo que va a pasar en México. Ahora vamos a Venezuela también, Nueva York, Los Ángeles, así que bien contentos la verdad que sí, no podemos pedir más.
Tienen en puerta nueva música para sacar antes de que termine el año. Como un pequeño spoiler, ¿qué podemos esperar de lo nuevo de Cultura Profética?
Estamos trabajando un tema para hacer una colaboración con el Dread Mar I, estamos todavía buscando en la fecha cómo encajarlo para que se dé, pero es un tema lindo y una bonita colaboración que llevamos como que muchos años queriendo hacerla y que finalmente encontramos la canción para ello.
Nosotros tenemos una canción grabada que le abrimos un espacio para que venga alguien a cantarla, todavía no tenemos eso confirmado tampoco, pero esa canción a mí me gusta mucho, es una buena canción, yo creo que al público así hardcore de Cultura Profética también le va a gustar bastante, porque como tiene un poco de humor e irreverencia clásica nuestra.
Se vienen estos proyectitos. Yo creo que ahora en octubre terminamos la construcción final de nuestro estudio, que nos ha tomado un poco más tiempo del que queríamos, pero que para bien sea y ya estamos empezando a separar el mes de noviembre para dedicarle a la creación en ese estudio, meternos ahí un par de semanas y ya con el estudio todo va a cambiar, porque ahí vamos a estar y va a ser muy diferente la salida del producto. Así que hay Cultura para rato.