A poco más de un año de nuestra última charla, Vondré regresa con “00:00”, un disco que no sólo marca una evolución sonora, sino también un punto de quiebre emocional y conceptual. Entre atmósferas densas, guitarras envolventes y letras profundamente honestas, este segundo material discográfico explora la oscuridad no como un lugar de miedo, sino como un espacio de introspección y refugio. En esta conversación con Ana, líder y vocalista de la banda, hablamos sobre los cambios que moldearon el álbum, las canciones que quedaron en el camino, la ansiedad colectiva que atraviesa nuestra generación y el proceso de encontrar una identidad genuina en medio del ruido.
Tuve la oportunidad de charlar contigo hace poco más de un año, justo cuando compartieron el sencillo “Qué Linda” y cuando apenas comenzaba el camino hacia este segundo material discográfico.
Sí, Iván, lo recuerdo muy bien. Y qué loco, sobre todo porque al final “Qué Linda” no formó parte del nuevo disco (risas). Inicialmente sí era la intención que estuviera en “00:00”, pero el sonido en el que nos fuimos enfocando empezó a cambiar. Algunas canciones que ya estaban pensadas quedaron fuera y, a partir de ese giro, surgieron otras diez rolas nuevas que trabajamos y que terminaron definiendo el estilo y el sonido que buscábamos. Fue entonces cuando decidimos sacar “Qué Linda” del álbum. El proceso fue largo, porque desde ese momento ya estábamos armando el material y explorando distintas direcciones para definir la estructura. Al final, tanto las canciones que entraron al LP como las que quedaron fuera son igual de especiales para nosotros.
Supongo que son procesos y cambios por los que todas las bandas pasan en algún punto de su carrera.
Totalmente. Costó un poco soltarla (risas), pero por el concepto que manejamos fue algo necesario.
Me gustó mucho lo que fueron compartiendo con los últimos sencillos y con el disco en general, especialmente el tema homónimo del LP. Aborda la oscuridad de una manera distinta. Normalmente se percibe como algo siniestro, algo a lo que hay que temer, pero en su caso se siente como un lugar seguro. ¿Tú lo ves así?
Sí, es una oscuridad densa, pero también muy pura. Es algo muy personal. Creo que es una oscuridad que todos tenemos, porque a veces uno explota, se estrella contra algo y es muy duro volver a levantarse, volver a animarse a hacer las cosas. Esa rola, en específico, habla de una pérdida de identidad, de querer ser parte de algo y darte cuenta de que en realidad no lo eres. Entonces es aprender a soltar esa idea sobre lo que crees que eres para construir algo verdaderamente honesto, desde lo más profundo de tu ser.
Siempre estamos intentando plasmar una identidad para conectar con alguien más, sobre todo en el mundo del arte. A veces te das cuenta de que no estás siendo tú, y ahí es cuando las cosas chocan. “00:00” habla un poco de eso: de regresar a tu raíz, a tu base, de cuestionarte qué estás haciendo y qué estás exponiendo.
Abordan temas bastante personales y densos, más aún considerando que hoy en día muchísimas personas viven con ansiedad o problemas de identidad. ¿Qué tanto crees que esto influyó en la creación de las canciones?
Bastante. Hay varias rolas en el disco que hablan de esta ansiedad colectiva. Vivimos en un mundo inmediato, donde todo exige muchísimo esfuerzo y todo se pierde muy rápido. Por ejemplo, hay una canción que se llama “Pila social”, que trata sobre la ansiedad social: el tener que hablar, socializar, presentarte, conectar con la gente. Hay días en los que uno simplemente necesita dormir y estar consigo mismo. A mí, en lo personal, a veces me cuesta mucho estar al cien por ciento y fingir una energía que ya no tengo.
También está “Para ti”, que habla más de la ansiedad laboral, de vivir para pagar la renta y trabajar sin parar. Eso a veces abruma tanto que incluso limita la capacidad de crear. Creo que todos podemos conectar con eso, independientemente de si hacemos arte o no. El perder esos momentos recreativos que te dan calma es algo muy duro.
Son temas importantes, incluso la gente suele hacer muchos memes al respecto, como ese de “me la paso todo el día trabajando para pagar la renta de un lugar en el que nunca estoy”.
Sí, justo. Se siente feo, como que el mundo cada vez es más complicado. Yo decidí ser músico independiente y ahí vamos caminando, pero es un reto enorme. Hoy muchos trabajamos así: con un empleo que sostiene otro, que es el que realmente nos hace felices.
¿Qué tanto crees que evolucionó tu sonido y tu estilo desde el primer material hasta este nuevo disco?
Muchísimo. Todo empezó desde “Qué Linda”. Fueron al menos dos años de trabajo y exploración. Probamos muchas cosas hasta encontrar algo que realmente nos gustara y que pudiera sostener un disco donde todas las canciones se sintieran dentro de la misma órbita.
Antes había influencias más grunge, nu metal, punk… cambiaba mucho. Finalmente, en “00:00” logramos una mezcla de shoegaze y dark wave, y dijimos: “Esto es lo más natural y lo que más nos representa”.
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Felicidades por el sonido y por el material, realmente se escucha increíble. ¿Hubo influencias específicas para definir este nuevo rumbo? Música, cine, lo que sea.
Varias, en realidad. Además de Vondré, tengo un proyecto llamado Gear Anxiety, qué es un canal donde hablo de pedales de guitarra y platico con otros artistas. Eso me abrió mucho a experimentar con el sonido y a atreverme a explotar los pedales al cien por ciento.
También influyó la música que me gusta, como The Cure o Soda Stereo. Antes no componía tanto desde esas referencias; pensaba más en la energía del show en vivo. Esta vez quise hacer algo más nostálgico, no sólo para el escenario, sino para esos momentos en los que estás escuchando música, quizá mientras llueve, y se siente como un espacio de refugio.
Increíble. Ana, de verdad muchas felicidades por el material, quedó espectacular. Me encantó volver a charlar contigo y ojalá pronto podamos escuchar “00:00” en vivo.
Claro que sí, Iván, muchas gracias. Tenemos muchas ganas de tocar en vivo y ojalá podamos coincidir pronto.
Iván Salazar